Inflación en Inglaterra llegó a 10.1 por ciento hasta julio
La nueva alza de la tarifa energética prevista para entrar en vigor en octubre disparará la inflación por encima del 13 por ciento
Londres, Inglaterra. La tasa de inflación del Reino Unido alcanzó en julio pasado su cota más alta de los últimos 40 años, al situarse en un 10.1 por ciento, informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
La cifra de dos dígitos reportada este miércoles por la entidad estatal es superior al 9.8 por ciento previsto inicialmente por los economistas, después del 9.4 por ciento registrado en junio, y representa un nuevo golpe para los bolsillos de las familias británicas.
Según la ONS, el aumento de los precios de los alimentos, incluidos los productos de pastelería, leche, carne y vegetales, fue el culpable principal de que la inflación interanual alcanzara su nivel más alto desde 1982, aunque el costo de la vida subió en casi todos los renglones.
Este último incremento significa que la crisis del costo de la vida sigue escalando en la misma medida en que la inflación supera el crecimiento de los salarios, y afecta el ingreso de las personas, advirtió Suren Thiru, director de Economía del Instituto de Contadores Públicos de Inglaterra y Gales.
En declaraciones a la versión digital del diario The Guardian, el experto señaló que la nueva alza de la tarifa energética prevista para entrar en vigor en octubre disparará la inflación por encima del 13 por ciento.
La víspera, la ONS reportó una caída récord del tres por ciento del salario real de los británicos en el segundo trimestre del año en curso.
Aunque el gobierno conservador destinó un paquete de ayuda que contempla la entrega a cada hogar de 400 libras esterlinas (casi 500 dólares) para compensar el alza en los precios de la electricidad y del gas, el primer ministro interino Boris Johnson admitió la semana pasada que esos fondos resultan insuficientes.
Johnson, quien dimitió al cargo en julio pasado tras una serie de escándalos, dijo, sin embargo, que no se tomarán nuevas medidas para aliviar la crisis hasta después del 5 septiembre, cuando está previsto que el exministro de Hacienda Rishi Sunak o la canciller Liz Truss lo reemplacen en el cargo.
El líder laborista Keir Starmer abogó esta semana por congelar la nueva alza de la tarifa energética prevista para entrar en vigor en octubre, pero su propuesta cayó en saco roto. Millones de trabajadores, incluidos conductores de trenes, empleados del Metro de Londres, carteros, abogados y enfermeros, fueron a la huelga en los últimos meses, en demanda de un aumento salarial acorde a la tasa de inflación, y anunciaron que preparan nuevas protestas en el otoño.
(Con información de Prensa Latina)