Indígenas latinoamericanos: los más vulnerables del orbe
Los pueblos originarios de América comprenden a cerca del 30 por ciento de las personas que viven en pobreza extrema, patentiza la OIT
Ginebra, Suiza. Los pueblos originarios de América Latina y el Caribe poseen la mayor proporción de personas en situación de pobreza extrema frente a asentamientos de este tipo en otras latitudes, reveló una institución autorizada.
De acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), datos de nueve países latinoamericanos indican que los pueblos indígenas comprenden a cerca del 30 por ciento de las personas que viven en pobreza extrema cuando el promedio mundial para este tipo de poblaciones en esa situación es del 19 por ciento.
El estudio determinó también que esa cifra significa que los pueblos autóctonos de América Latina son tres veces más proclives a padecer ese flagelo que otros grupos de población.
La OIT afirmó más del 86 por ciento de los asentamientos aborígenes del mundo trabaja en la economía informal, lo cual suele asociarse con malas condiciones de trabajo y falta de protección social.
Asimismo, remarcó, las tasas de informalidad de las mujeres de estas poblaciones son de más de 25 puntos porcentuales por encima que las de sus contrapartes no indígenas.
Igualmente, solo una cuarta parte (el 24,4 por ciento) de las mujeres originarias están en el trabajo asalariado, una proporción inferior a la de los hombres de su propia comunidad (30,1 por ciento) y el de mujeres no indígenas (51,1 por ciento).
Aun siendo asalariados, los integrantes de los pueblos originarios ganan en promedio un 18 por ciento menos que sus contrapartes no indígenas.
El análisis señaló que las tasas de empleo más altas registradas entre los pueblos indígenas podrían estar reflejando la necesidad, provocada por la pobreza, de asumir cualquier actividad que genere ingresos, incluso si está mal remunerada y las condiciones de trabajo son malas.
La investigación también indicó que el número de pueblos nativos en el mundo es superior a lo que se creía: el equivalente a más del seis por ciento de la población mundial, lo que representa más de 476 millones de personas.
Mundialmente, se estima que hay más de cinco mil comunidades indígenas distribuidas en unos 90 países.
Así, la OIT consideró que es imperioso solucionar el alto nivel de pobreza y de desigualdades que padecen los pueblos indígenas.
Para que las políticas públicas atiendan a las necesidades de estos pueblos y reflejen sus aspiraciones, es imprescindible resolver la ausencia generalizada de marcos institucionales y jurídicos que propicien su participación en la adopción de decisiones, refirió en el texto el especialista de la OIT y coautor del informe, Martin Oelz.
(Con información de Prensa Latina)