Guaidó no descarta intervención extranjera en Venezuela
«Venezuela no va a permitir el show de la ayuda humanitaria falsa, porque nosotros no somos mendigos de nadie», dijo Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió que no permitirá el «show» de la «falsa» ayuda humanitaria, solicitada a Estados Unidos por el opositor Juan Guaidó, quien advirtió que hará «lo necesario» para «salvar vidas», sin descartar la intervención de una fuerza extranjera.
«Esto es un tema obviamente muy polémico, pero haciendo uso de nuestra soberanía, el ejercicio de nuestras competencias, haremos lo necesario», respondió este viernes Guaidó en entrevista con AFP, al ser preguntado si autorizaría una intervención de Estados Unidos o una fuerza extranjera.
El líder opositor, reconocido por medio centenar de países como presidente interino de Venezuela, dijo que hará «todo lo que tengamos que hacer para salvar vidas humanas».
Un cargamento de medicinas y alimentos enviados por Washington llegó el jueves a la ciudad fronteriza de Cúcuta (Colombia), donde fue instalado un centro de acopio cerca del puente internacional Tienditas, bloqueado por los militares venezolanos con dos contenedores y una cisterna.
«Venezuela no va a permitir el show de la ayuda humanitaria falsa, porque nosotros no somos mendigos de nadie», sentenció Maduro en rueda de prensa, al asegurar que la «emergencia humanitaria» es «fabricada desde Washington» para «intervenir» al país petrolero.
En la peor crisis de su historia moderna, Venezuela sufre escasez de productos básicos y una hiperinflación que según el FMI será de 10.000.000% en 2019. Unos 2,3 millones de venezolanos emigraron desde 2015, según la ONU.
Pero Maduro culpa de la carestía a sanciones de Estados Unidos, que congeló cuentas y activos al gobierno, y embargará la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril.
«Es un juego macabro: los apretamos por el cuello y les hacemos pedir migajas», manifestó.
«Soldado, contamos contigo»
Guiadó convocó a dos movilizaciones, una el 12 de febrero y otra por definir, para exigir a los militares que no bloqueen la ayuda. «Están en un dilema: o se ponen al lado del pueblo necesitado o de la dictadura», reiteró.
El opositor, de 35 años, ha anunciado que en los próximas días llegarán más cargamentos y que se instalarán otros centros de acopio en el vecino Brasil y en una isla caribeña.
La respuesta de los militares le permitirá medir a Guaidó la unidad del mando de la Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, según analistas.
«Soldado, amigo, contamos contigo», rezaba una pancarta que cargaba un venezolano, entre un puñado de migrantes que protestaron pacíficamente a las afueras del puente Tienditas.
Frente a las bodegas que almacenan los alimentos y medicinas en Cúcuta, el diputado Lester Toledo, delegado de Guaidó para coordinar el acopio, dijo que prevén la llegada de un «tsunami de ayuda humanitaria». «Se va a abrir un corredor humanitario y las puertas a la libertad», declaró a periodistas.
Además de los militares, Maduro «depende cada vez más» del apoyo de sus aliados Rusia, China y Turquía, pero los chinos son pragmáticos y se enfocan «en recuperar sus préstamos», lo que «limita sus opciones» de aguantar las sanciones estadounidenses, opinó Eurasia Group.
«El santo volteado»
Mientras la ayuda llegaba a la frontera, el Grupo de Contacto Internacional (CGI), intregrado por países europeos y latinoamericanos, se reunió en Montevideo el jueves y pidió elecciones presidenciales «libres» en su declaración final.
«Rechazamos la parcialización, la ideologización del documento del Grupo de Contacto, pero estoy listo y dispuesto a recibir a cualquier enviado», reaccionó Maduro.
De su lado, Guaidó celebró la declaración del Grupo de Contacto y que se sumara Uruguay. «Tienen el santo volteado (las cosas les salen al revés), porque (el gobierno) buscaba ganar tiempo (…), distender la presión que estamos ejerciendo», aseguró.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, explicó que la complejidad de la crisis exige flexibilidad. «La única solución para dirimir esto es con elecciones», dijo, aunque señaló que su país no reconocerá a Guaidó.
Maduro acusó a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y a la Unión Europea (UE) de ser «sordos a la verdad de Venezuela» y «escuchar solo a la derecha».
El Grupo de Contacto también decidió enviar una misión técnica a Venezuela e instó a «permitir la entrada urgente» de asistencia humanitaria y coordinar para ello con la ONU, la cual ha dicho que sólo actuará con acuerdo de las autoridades.
Por su parte, Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, pidió en Caracas «no politizar» el rol de la organización.
En otra iniciativa, Uruguay también presentó esta semana con México y los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) una propuesta de diálogo sin condiciones previas, que no incluye llamado a elecciones.
Maduro respaldó esa gestión y dijo estar «preparado» para una negociación, pero Guaidó volvió a negarse a cualquier «falso diálogo».
El presidente pidió en una carta al papa Francisco que medie para un diálogo. «Esperemos con paciencia su respuesta y pidamos a Dios que la respuesta sea muy iluminada», manifestó.
Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Parlamento declarara a Maduro «usurpador» por haber sido reelegido en unas elecciones cuestionadas dentro y fuera de Venezuela.
(Con información de AFP)