Ganador de comicios debe buscar alianzas para gobernar Pakistán
El partido del exjugador de críquet Imran Khan ganó las elecciones legislativas del miércoles en Pakistán, según resultados parciales divulgados este viernes, pero deberá buscar alianzas para lograr formar una mayoría gubernamental.
El Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI) obtiene al menos 114 escaños, casi el doble que el siguiente partido más votado, según estos resultados publicados en la web por la Comisión Electoral Paquistaní (ECP), con más del 80% de los votos escrutados y sólo una decena de escaños por atribuir.
El principal rival del PTI, el partido PML-N, cuenta con 62 escaños y el Partido del Pueblo Paquistaní (PPP) de Bilawal Bhutto-Zardari, con 43, según la ECP.
Imran Khan se proclamó el jueves vencedor de estas elecciones que estuvieron marcadas por numerosas acusaciones de fraude y un recuento sumamente lento.
Para formar gobierno en Pakistán se requiere una mayoría de 137 escaños, pero por ahora se ignora si su partido conseguirá reunirla. Si no lo logra, tendrá que buscar aliados entre los diputados independientes o formar una coalición.
‘Tuvimos éxito’
Varios partidos consignaron fraudes en la elección. La ECP rechazó esas acusaciones y atribuyó el atraso en la publicación de los resultados a problemas técnicos. «Las elecciones se desarrollaron de manera equitativa y libre», proclamó.
Una ONG paquistaní, Red para Elecciones Libres y Justas (FAPEN), que desplegó unos 20.000 observadores, dio una evaluación globalmente favorable.
«El día del voto se gestionó mejor, fue relativamente pacífico y sin gran controversia hasta la noche, cuando surgieron inquietudes sobre la transparencia del escrutinio», declaró a la prensa su secretario general, Sarwar Bari.
Las misiones de observadores de la Unión Europea y de la Commonwealth deben publicar el viernes sus primeros informes.
La controversia por el escrutinio sigue a una campaña considerada por algunos observadores como una de las más «sucias» de la historia del país debido a la presunta manipulación de los militares para favorecer a Khan.
En su reivindicación de victoria el jueves por la noche, Khan, que se mostró entonces seguro de sí mismo, adoptó un tono conciliador y marcado por referencias religiosas.
«Tuvimos éxito y recibimos un mandato», declaró Irman Khan, de 65 años, desestimando las acusaciones de fraude. Las elecciones del miércoles fueron «las más justas y las más transparentes» de la historia de Pakistán, afirmó.
Khan prometió forjar un «nuevo Pakistán» y un «Estado de bienestar islámico» así como luchar contra el «cáncer» de la corrupción y contra la pobreza.
El papel de los militares
Pero para los analistas, las circunstancias en las que se llevó a cabo la campaña electoral y el voto echan sombra sobre la legitimidad de los resultados y puede crear inestabilidad.
«Nadie puede gobernar eficazmente cuando la mitad del país cree que llegó al poder luego de una manipulación de los militares y de la justicia en vez del voto del pueblo», estimó un exdiplomático, Husain Haqani.
«El problema es que los militares tuvieron un papel tan central el día del voto y que las acusaciones de los partidos incluyen el hecho de que sus interventores electorales fueron expulsados de las mesas», insistió la analista Azeema Cheema, interrogada por AFP.
Las elecciones del miércoles, celebradas bajo fuertes medidas de seguridad, constituían una inusual transición democrática entre dos gobiernos civiles, en este joven país con un pasado marcado por los golpes de Estado militares.
Pakistán, una potencia nuclear, estuvo dirigido por las Fuerzas Armadas casi la mitad de sus 71 años de historia.
Estrategia opositora
El partido PML-N, que aprece como el gran perdedor de esta elección, no reaccionó de momento al discurso de Khan.
Su líder Shahbaz Sharif, hermano del ex primer ministro Nawaz Sharif, denunció el miércoles «fraudes flagrantes que hacen retroceder a Pakistán 30 años».
El jefe del clan, Nawaz Sharif, actualmente encarcelado por corrupción, no se pronunció.
La dirigencia del partido inició consultas para determinar la estrategia a adoptar en los próximos días, indicó el viernes a AFP uno de sus responsables.
El PPP, cuyo jefe Bilawal Bhutto-Zardari también denunció disfuncionamientos, consultará a las otras formaciones para elaborar una estrategia conjunta, indicó un portavoz.
Al menos una formación, el partido extremista Tehreek-e-Labaik Pakistan (TLP), que bloqueó durante semanas en noviembre el principal acceso a Islamabad, anunció que convocaría a manifestaciones.
(Con información de AFP)