Fuerzas kurdas resisten en Siria el embate turco
Los kurdos pidieron ayuda el domingo al régimen de Bashar al Asad, que recibe apoyo militar en el terreno de Rusia y de Irán
Las fuerzas de Turquía lanzaron el 9 de octubre una ofensiva en el norte de Siria contra las Unidades de Protección Popular (YPG), una milicia kurda a la que Ankara considera «terrorista», abriendo un nuevo frente en la compleja guerra siria que causó más de 370 mil muertos desde 2011.
Varios países participan militarmente en el conflicto. Los soldados estadounidenses, desplegados para ayudar a los kurdos en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), recibieron la orden de retirarse.
Los kurdos, sintiéndose abandonados, pidieron ayuda el domingo al régimen de Bashar al Asad, que recibe apoyo militar en el terreno de Rusia y de Irán.
El asalto turco provocó airadas críticas internacionales y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de nuevo el miércoles. El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viajará por su parte a Turquía «en las próximas 24 horas» con la esperanza de negociar un alto el fuego.
Pero Ankara afirmó que la ofensiva continuaría hasta que «alcance sus objetivos».
Se trata de la creación de una «zona de seguridad» de 32 km de ancho a lo largo de su frontera para mantener a las fuerzas kurdas a distancia y repatriar una parte de los 3,6 millones de refugiados sirios que están en su territorio.
Desde el inicio de la operación, Turquía y sus aliados sirios locales han tomado el control de una franja fronteriza de más de 100 km.
Queda por conquistar la ciudad clave de Ras al Aín, donde se concentran los combates más violentos, con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza dominada por las YPG, oponiendo una dura resistencia.
«Inaceptable» enfrentamiento sirio-turco
Usando una densa red de túneles subterráneos y trincheras, las FDS llevan varios días defendiendo la ciudad.
Estas «lanzaron en la noche un contraataque masivo contra las fuerzas turcas y sus aliados sirios cerca de Ras al Aín», dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
A petición de los kurdos, las fuerzas del régimen de Asad están desplegadas desde el lunes en sectores del norte, especialmente en la ciudad de Manbij.
El martes, soldados sirios levantaron la bandera nacional en Manbij. La coalición internacional liderada por Washington confirmó la retirada de soldados estadounidenses de la ciudad.
En este contexto explosivo, Rusia señaló que no permitirá enfrentamientos entre Turquía y Siria. «Esto sería simplemente inaceptable», dijo Alexander Lavrentiev, enviado especial ruso para Siria. «No dejaremos que se llegue a ese punto», agregó.
Además, la policía militar rusa realiza «patrullas a lo largo de la línea de contacto» entre las fuerzas sirias y turcas en el sector de Manbij, según Moscú.
Dos soldados turcos murieron en cambio, según Ankara, por obuses disparados en la región de Manbij, donde por la noche hubo combates entre los turcos y los kurdos.
En siete días, la ofensiva dejó 71 civiles y 158 combatientes de las FDS muertos, según el OSDH, que también reportó que en los enfrentamientos murieron 128 combatientes proturcos.
Ankara por su parte admitió la muerte de seis soldados y 20 civiles por cohetes lanzados sobre ciudades turcas desde Siria.
Además, unas 160 mil personas han sido desplazadas, de acuerdo con la ONU.
Las autoridades kurdas alertaron del cese de la actividad de «todas» las oenegés internacionales y la retirada de sus empleados de la región, donde hay numerosos campos con decenas de miles de desplazados.
El lunes, la organización internacional Mercy Corps anunció «la suspensión de sus operaciones en el noreste de Siria y la evacuación de su personal internacional».
«Es un escenario de pesadilla», dijo Made Ferguson, directora adjunta de Siria.
Las agencias de la ONU dijeron por su parte que continuarían con sus operaciones, a pesar de las dificultades. El Programa Mundial de Alimentos anunció que había entregado hasta ahora una asistencia alimentaria a más de 83.000 desplazados.
Tras anunciar la salida del norte sirio de casi un millar de sus soldados, Estados Unidos anunció sanciones contra ministros turcos, al mismo tiempo que intenta salvar su alianza histórica con Turquía, donde hay bases estadounidenses estratégicas.
El caos provocado por la ofensiva turca hace temer a varios países europeos la fuga de miles de combatientes del EI detenidos por las fuerzas kurdas.
(Con información de AFP)