Eligen nuevo primer ministro australiano tras revuelta interna
Australia eligió el viernes al ministro de Finanzas, Scott Morrison, como nuevo primer ministro, el séptimo en 11 años, tras un voto interno de su partido conservador que derrocó al hasta ahora jefe del gobierno Malcolm Turnbull.
La posición de Turnbull, quien había asumido como primer ministro tras derrocar a su predecesor Tony Abbott en septiembre de 2015, se había debilitado en los últimos días debido a una revuelta del ala de derecha de su Partido Liberal (centro-derecha), que figura por detrás de los Laboristas en las encuestas.
Sin embargo, la elección de Morrison, aliado de Turnbull, supone un duro revés para el exministro del Interior, Peter Dutton, que había liderado la revuelta interna contra el primer ministro.
«El candidato elegido es Scott Morrison», anunció Nola Marino, una representante del Partido Liberal, quien informó que en una votación interna de esta formación conservadora Morrison obtuvo 45 votos contra los 40 de Dutton.
Morrison, un ferviente cristiano evangélico, de 50 años, ejercía desde septiembre como ministro de Finanzas, un cargo considerado en la política australiana como el último escalón antes de ser elegido como primer ministro. De hecho, Turnbull también ocupó este puesto antes de reemplazar a Abbot.
No obstante, Morrison, considerado más de derechas que su predecesor, es conocido por su paso por el ministerio del Interior entre 2013 y 2014, en el que impulsó la «Operación Fronteras soberanas» para impedir la llegada de refugiados por mar a Australia.
«Lealtad absoluta»
Australia aplica una restrictiva política migratoria en la que las embarcaciones de los agentes fronterizos interceptan de forma sistemática los barcos de migrantes y los devuelven a otros países, como Indonesia.
Las autoridades australianas también encierran en centros de retención en Papúa, Nueva Guinea o en la isla de Nauru a los refugiados que consiguen llegar a Australia.
Dutton, que reemplazó a Morrison al frente del ministerio de Interior, aceptó la elección de su rival como primer ministro.
«Mi posición a partir de ahora es demostrar mi lealtad absoluta respecto a Scott Morrison», declaró Dutton tras la votación interna en la que salió derrotado.
La renuncia de Turnbull implica que se organice de manera anticipada una elección legislativa en la circunscripción de Sidney, una votación que puede resultar crucial ya que estará en juego la mayoría parlamentaria del actual gobierno.
El exprimer ministro Tony Abbot, considerado como uno de los impulsores de la revuelta interna, defendió que lo fundamental ahora es «salvar el gobierno», a menos de un año de las próximas elecciones generales.
Baile de sillas
La disputa interna salió a la luz el lunes, cuando el primer ministro se vio obligado a renunciar al proyecto de incluir en la ley australiana el objetivo en materia de reducción de gases con efecto invernadero al no contar con suficientes apoyos en sus propias filas.
Tras una semana de renuncias y revueltas al interior de su partido, Turnbull había decidido el martes declarar su puesto vacante, lo que llevó a una votación interna en su formación, el Partido Liberal.
Durante la última década, se produjo un constante baile de sillas al frente del gobierno australiano.
Después de que el laborista Kevin Rudd terminara en 2007 con el «reinado» del liberal John Howard, que dirigió el país durante diez años, han habido hasta siete cambios al frente del ejecutivo en Australia.
Una inestabilidad que genera malestar en la población local, hasta el punto que un ministro pidió perdón este viernes.
«Australia, debemos disculparnos», tuiteó Darren Chester del Partido Nacional, que forma parte de la coalición en el gobierno. Chester lamentó que su país no se merecía «muchas de las cosas ocurridas durante los últimos diez años en nuestro Parlamento Federal».
(Con información de AFP)