Eligen británicos Parlamento con el Brexit en la mente
El último sondeo de YouGov, considerado el más fiable, advirtió el martes que todas las opciones seguían abiertas
Los británicos votan este jueves en las elecciones «más importantes en una generación», de donde saldrá el Parlamento que dé respuesta a la cuestión más compleja en la historia reciente del país –el Brexit– y en las que todo es posible.
Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 07h00 (locales y GMT) y cerrarán a las 22h00, cuando se conocerán los sondeos a pie de urna.
Sin embargo, dado el particular sistema electoral británico, habrá que esperar hasta bien entrada la madrugada del viernes para tener un resultado oficial claro, especialmente si la contienda es muy reñida.
Durante las cinco semanas de campaña, las encuestas situaron en cabeza al Partido Conservador del primer ministro Boris Johnson, que votó al final de la mañana en Westminster y posó para los fotógrafos con su perro Dilyn en brazos.
El último sondeo de YouGov, considerado el más fiable, advirtió el martes que todas las opciones seguían abiertas: los «tories» pueden obtener su mejor resultado desde 1987 con Margaret Thatcher o el país puede volver a encontrarse con un Parlamento fragmentado y un eventual gobierno de coalición proeuropeo.
«Hay mucha volatilidad entre el electorado (…) y eso hace que las cosas sean más inciertas que nunca», dijo a la AFP Chris Curtis, responsable de YouGov.
En el poder desde julio pero sin mayoría absoluta, Johnson corrió el riesgo de convocar estos comicios anticipados en diciembre, un mes oscuro y frío poco propicio a atraer a los británicos a las urnas, con la esperanza de obtener una hegemonía que le permita cumplir su promesa de sacar al país de la UE el 31 de enero.
«Quiero llevar a cabo el Brexit. Quiero concentrarme en sus prioridades. Quiero dar vía libre al potencial de este país», lanzó a los electores el excanciller y exalcalde de Londres, de 55 años. «Hoy es nuestra oportunidad de unirnos como país y dejar la incertidumbre de lado para que la gente pueda seguir con sus vidas».
Decidido por referéndum con 52% de votos en 2016, el Brexit, inicialmente previsto para marzo de 2019, fue aplazado tres veces por el rechazo del parlamento al acuerdo de divorcio negociado con Bruselas.
El tema monopoliza la política británica desde hace más de tres años, angustia a muchos británicos y divide profundamente a la sociedad.
«Un cruce de caminos»
«Voy a votar por los conservadores sólo para completar el Brexit, pese a que estoy en contra, pero tenemos que salir adelante y dar claridad a las empresas», decía a la AFP Steve Banham, un londinense en la cincuentena, ilustrando el hartazgo con el que cuenta Johnson para lograr la victoria.
Si llega al poder, su rival izquierdista Jeremy Corbyn prometió negociar un nuevo acuerdo que mantenga estrechas relaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE y someterlo a un nuevo referéndum junto con la posibilidad de simplemente anular el Brexit.
Corbyn votó cerca del mediodía en Islington, en el norte de Londres, donde se permitió selfis y charló con electores.
Johnson lo dijo en noviembre y todos lo repiten desde entonces: estos comicios son «los más importantes en una generación».
El semanario conservador The Spectator fue más lejos: «son los más significativos en la vida de cualquiera que haya nacido después de 1945».
Su resultado determinará si el país debe pedir un cuarto y humillante aplazamiento del Brexit. Si Boris Johnson conserva las llaves de Downing Street que codició toda su vida y tuvo solo cinco meses. Si el Reino Unido tiene un primer ministro surgido de la izquierda radical y si Escocia organiza un segundo referéndum sobre su independencia.
Y es que para respaldar un eventual gobierno laborista, los nacionalistas escoceses del SNP pedirían que Londres autorizase una nueva consulta soberanista, tras la que perdieron en 2014.
«Estamos en un cruce de caminos. La elección (…) es verdaderamente histórica», dijo Corbyn en su último mitin el miércoles por la noche, llamando a los británicos a votar por la «esperanza» y «un cambio real».
«Juntos podemos crear una sociedad diferente», afirma este exsindicalista de 70 años, que presentó el programa electoral más radical que haya visto el país en décadas: prevé renacionalizar numerosos servicios públicos y aplicar ambiciosas políticas de redistribución de la riqueza.
Hecho inhabitual en el país, la campaña estuvo muy centrada en la imagen de los dos líderes: Johnson no ha dejado de ser atacado por su reputación de «mentiroso», mientras Corbyn tuvo que soportar durísimas críticas de «antisemitismo» por parte de la comunidad judía.
(Con información de AFP)