Elecciones en Cuba, sin campañas ni politiquería, dicen
La Habana. El proceso electoral cubano transcurre de una manera limpia y sin el ajetreo de las campañas comiciales y la politiquería, afirmó Carlos Rafael Fuentes, uno de los 605 candidatos al Parlamento de la isla caribeña.
En declaraciones a Prensa Latina, el funcionario de la Asamblea Nacional del Poder Popular precisó que por estos días los candidatos a diputados realizan recorridos por el país, en particular por los territorios en los cuales fueron nominados, de cara a la cita en las urnas del 11 de marzo.
Se trata de contactos con el pueblo para presentarnos ante los electores locales e interactuar con ellos, algo bien alejado de la politiquería que en el pasado marcaba los procesos de elecciones en Cuba, antes de la revolución del 1 de enero de 1959, comentó.
De acuerdo con Fuentes, en esos encuentros se dialoga con trabajadores, estudiantes y ciudadanos, quienes tienen la posibilidad de preguntar y de exponer sus preocupaciones, explicó el candidato a diputado.
Más de ocho millones de cubanos están convocados el 11 de marzo para elegir a los 605 miembros de la Asamblea Nacional y a los mil 265 delegados a las Asambleas Provinciales, después de que seleccionaran a finales del año pasado a 12 mil 515 integrantes de las Asambleas Municipales (concejales).
‘Mi experiencia en las reuniones con los electores la puedo calificar de impresionante porque la gente se reúne de manera espontánea y muestra interés por el proceso’, señaló Fuentes.
Según el candidato, los votantes y la población en general no ven a sus futuros representantes en el Parlamento como personas de una élite o como privilegiados.
‘La gente nos ven como lo que somos, cubanos sencillos, sin séquitos ni recursos adicionales porque en Cuba los candidatos a la Asamblea Nacional del Poder Popular tienen como principal característica sus méritos y la vocación de servir al pueblo’, subrayó.
La Constitución de la isla recoge en su artículo 82 que la condición de diputado no entraña privilegio o beneficios económicos; además, los parlamentarios reciben el mismo salario de su centro de trabajo y mantienen su vínculo con este, salvo algunas excepciones por el tiempo que empleen en el desempeño efectivo de sus funciones.
(Con información de Prensa Latina)