El reto de Maduro es mantener la paz
Miles de opositores y seguidores del gobierno se manifestaron en las principales ciudades de Venezuela, en una nueva demostración de fuerzas que acentúa la tensión social por un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Con banderas venezolanas y pancartas, opositores y chavistas se concentraron en calma en plazas, parques y calles cercanas a las 24 sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) en el país, cerradas y fuertemente resguardadas por la policía.
«Le decimos a la cúpula corrupta e ineficiente que desgobierna: están rodeados por un país que quiere cambio. Así que cedan, abran paso que aquí lo que viene es un revocatorio», dijo el vocero de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, en la Plaza Brión, este de Caracas, donde los opositores sonaron cacerolas.
En un acto público Maduro, quien acusa a la oposición de planear un golpe de Estado, aseguró que «hoy ha triunfado la paz». «Nadie traerá la violencia fascista a Venezuela, ni el golpismo ni el odio», aseguró.
En algunas ciudades, los opositores no lograron llegar a las oficinas del CNE. Pero en Caracas, Lilian Tintori, esposa del dirigente preso Leopoldo López, se acercó a las puertas de la sede central con varios seguidores, mientras oficialistas le gritaban «!Fuera!», «¡Payasa, vete pa’ tu casa!».
Opositores y chavistas
«Algo tenemos que hacer, el voto y la protesta pacífica son las únicas armas que tenemos. El gobierno controla casi todos los poderes y no ve qué más inventar para evitar el revocatorio», dijo Rosmina Castillo, de 52 años, en Los Teques, a 30 km de Caracas, en el estado Miranda (norte), que gobierna el líder opositor Henrique Capriles.
A escasos 100 metros, divididos por una baranda metálica y una fila de policías, los chavistas vestidos de rojo apoyaron al presidente: «El fascismo no volverá. Estamos en una guerra económica que nos tiene pasando hambre, pero estamos resteados (firmes) con el legado del comandante Hugo Chávez (1999-2013)», afirmó Elías Pedraza, de 44 años.
Maduro, heredero de Chávez y con una impopularidad de 75% según encuestas privadas, achaca la crisis al desplome de los precios del petróleo y a una «guerra económica» de empresarios y políticos de derecha que buscan darle un golpe de estado e instalar un gobierno neoliberal, tras casi 18 años de socialismo.
La MUD, que arrasó en las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, asegura que revocar a Maduro es la¨única forma de salir de la crisis, que agobia a los venezolanos con una escasez de alimentos y medicinas del 80% y una inflación que el FMI proyecta en 720% para este año.
«Estoy cansado. Tengo dos hijos pequeños y no quiero para ellos un país como el que tenemos ahora. Estamos demostrando al gobierno que queremos un cambio ya», declaró Carlos Vivas, de 47 años, que marchó en San Cristóbal, en el conflictivo estado Táchira.
Pulso a todo o nada
Animada por la marcha multitudinaria del pasado 1 de septiembre en Caracas, que según la MUD reunió a un millón de personas aunque el gobierno afirma que a 30.000, la oposición convocó a protestar este miércoles y el próximo 14 de septiembre durante 24 horas -según Capriles-, pero las manifestaciones de esta jornada fueron modestas.