Dilema de gas ruso aprieta a naciones de Unión Europea
Pese a medidas restrictivas contra Rusia, no han podido asestar un golpe certero y duro a la lucrativa industria energética
Moscú, Rusia. Por más que la jefatura de la Unión Europea (UE) insiste en el embargo a las compras de gas ruso, lo cierto es que la necesidad aprieta el zapato de muchas de sus naciones miembros.
Frente a ese dilema y a las presiones estadounidenses porque la UE deje de comprarle el combustible a Rusia, cada día son más los países del llamado viejo continente que siguieron a Hungría, consciente de los requerimientos energéticos nacionales y de que cumplir con lo solicitado constituiría un suicidio económico para el país.
Budapest aceptó pagar en rublos por el gas ruso, una exigencia impuesta por Moscú desde el 31 de marzo a sus compradores que se están comportando de manera hostil contra el país, lo que significa que se unieron a las más de 10 mil sanciones lanzadas contra la nación euroasiática.
Pero Hungría no es el único, cada vez son más las empresas que están comprando gas ruso con cuentas en rublos en medio de advertencias contradictorias de la Comisión Europea (CE).
Ese organismo comunitario envió una carta a los países del bloque explicando que, bajo determinadas circunstancias, las empresas comunitarias podrían pagar el gas ruso en rublos, sin violar las sanciones impuestas a este país.
La CE indicó que el reembolso por el combustible en la moneda de la nación euroasiática podría incluir al Banco Central de Rusia en el esquema de transacciones, lo que implicaría una transgresión de las medidas punitivas dictadas contra Moscú por la propia Unión Europea (UE).
Lo cierto es que el 20 de mayo las autoridades de este país destacaron que alrededor de la mitad de los clientes europeos del gigante gasífero ruso aceptaron realizar los pagos en la moneda nacional.
En tal sentido, todas las importadoras griegas de gas ruso comenzaron a pagar a la compañía Gazprom en rublos, por lo no habrá interrupción de suministros, informó el pasado 24 de mayo una fuente empresarial a la agencia de noticias RIA Novosti.
Los gobiernos de Alemania e Italia también autorizaron a sus empresas la apertura de cuentas en rublos para para pagar por el gas ruso, tras consultar con la Unión Europea.
Berlín notificó a los importadores de gas alemanes sobre la posibilidad de pagar los recursos energéticos en dinero ruso, siempre que las transferencias al Gazprombank se realicen en moneda extranjera.
De igual forma, una fuente del Ejecutivo italiano señaló que la declaración de su petrolera Eni sobre la apertura de cuentas con un banco ruso fue precedida por una explicación correspondiente de la Comisión Europea.
Según la agencia de noticias Bloomberg, la directiva del bloque comunitario está “cerca de alcanzar el límite” de su capacidad para imponer medidas restrictivas contra Rusia, porque no han podido asestar un golpe certero y duro a la “lucrativa industria energética”.
“La imagen poco imparcial muestra lo limitada que está la UE para respaldar la retórica dura con la acción, lo que requiere la unanimidad de los 27 estados miembros”, reconoció el artículo de la agencia estadounidense.
Y no es para menos. El director del departamento europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alfred Kammer, advirtió el pasado 22 de abril que durante seis meses los países europeos podrán vivir sin problemas graves en ausencia del gas natural ruso, después de lo cual enfrentarán dificultades económicas significativas.
Al referirse a los escenarios alternativos estudiados por el FMI, Kammer fue lapidario: “Europa podrá hacer frente a esto en los primeros seis meses. Pero habrá escasez en el invierno”. Y en esta parte del mundo, el frío está a la vuelta de la esquina.
(Con información de Prensa Latina)