Daño global si Alemania frena exportaciones ligadas a chips
Alemania planea exigir a empresas como Merck y BASF limitar los envíos de químicos al gigante asiático para la industria de chips
Beijing. China advirtió hoy de daños a la cadena global de suministros si Alemania decide restringirle las exportaciones de químicos usados para fabricar chips o semiconductores, y urgió a ese país respetar las leyes internacionales.
Mao Ning, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, enfatizó en que no hay nada constructivo en proceder con esa medida ni sustentarla en el argumento de reducir la dependencia de este mercado.
Recordó los beneficios para ambos lados de la cooperación económico-bilateral, remarcó el rol importante de China en la industria de los semiconductores y, en consecuencia, el impacto devastador si se le frena el acceso a suministros claves del sector.
“Esperamos que los países relevantes respeten las leyes de la economía de mercado, sigan las reglas, procedan según sus intereses y trabajen con China para proteger el orden económico y comercial internacional”, añadió Mao.
Sus declaraciones respondieron a reportes sobre los planes de Alemania de exigirle a empresas como Merck y BASF limitar los envíos de químicos al gigante asiático para la industria de los chips.
Observadores locales auguran que, de implementarse la veda, habrá problemas en las relaciones bilaterales, y entre China y la Unión Europea, revirtiendo así la buena vibra resultante de las recientes visitas aquí de varios dignatarios de aquella región.
Algunos proyectan contramedidas del estado oriental y la afectación a los negocios de las compañías germanas.
Berlín trabaja actualmente en la reconfiguración de su política comercial con Beijing y muchos sectores quieren reducir la dependencia de este mercado.
En ese contexto prevé revisar la compra por parte de la firma china Cosco de una participación del 24.9 por ciento de una de las terminales de contenedores del puerto de Hamburgo, el más grande del territorio europeo.
La adquisición se completó en octubre último y permite a Cosco gestionar la instalación, sin la posibilidad de inmiscuirse en su gobernanza o en la toma de decisiones estratégicas.
Ese tema fue usado en la fuerte campaña en contra del viaje aquí del canciller federal alemán, Olaf Scholz, en noviembre pasado.
Sus detractores lo presionaron con no “doblegarse” a Beijing y vieron en la negociación del puerto de Hamburgo una supuesta amenaza a la seguridad de información comercial y la posibilidad de que China lo use para “cercar” y “chantajear” a Europa, si tuviera una guerra con Estados Unidos.
(Con información de Prensa Latina)