Costa Rica, a balotaje entre un evangélico y un oficialista

Costa Rica va a un balotaje en abril entre el diputado y predicador evangélico de derecha Fabricio Alvarado y el ex ministro oficialista de centro izquierda Carlos Alvarado, tras una campaña dominada por una discusión sobre el matrimonio homosexual.

Los dos candidatos, cada uno de los cuales alcanzó menos de un cuarto de la votación del domingo, plantearon la necesidad de «tender puentes» para acercar a las diferentes fuerzas políticas en un futuro gobierno.

«Es el momento de que tengamos la capacidad de llegar a los acuerdos importantes para dar gobernabilidad democrática a Costa Rica», declaró este lunes a la prensa Carlos Alvarado, un periodista y politólogo de 38 años que fungió como ministro de Trabajo en el actual gobierno.

Dijo que ya conversó con su rival en el balotaje del 1 de abril para buscar entendimientos en áreas como combatir el desempleo de más de 9%, reducir el deficit fiscal de 6,2% del PIB y abordar la inseguridad ciudadana.

Fabricio Alvarado, un diputado y predicador evangélico de 43 años, declaró en su discurso de celebración la noche del domingo que «Costa Rica ya no desea más de lo mismo, ya no desea las campañas políticas de siempre. Por eso me sumo a un movimiento de unidad, valores, de innovación y verdadero progreso».

Con 94% de los votos computados, el diputado evangélico alcanzó 24,9% de los sufragios, frente a 21,7% del exministro oficialista.

El grupo estadounidense de análisis de riesgo Eurasia apuntó que Fabricio Alvarado va con ventaja a la segunda vuelta por su capacidad de capturar a votantes conservadores y atraer el sentimiento contra la continuidad.

«El resultado dificulta la persoectiva para una reforma fiscal bajo la próxima administración, dada la posición de Fabricio contra nuevos impuestos y la negativa de Carlos de cortar el casto», advirtió Eurasia en un informe.

Hasta diciembre, el diputado evangélico no pasaba de 3% en las encuestas de opinión, pero en la recta final se proyectó como favorito después de que enarboló la oposición a una opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que el 9 de enero se pronunció a favor del matrimonio homosexual.

Ante ello, la misión de observadores de la OEA advirtió en su informe preliminar que la opinión de la CorteIDh «dominó el debate político» en la recta final de la campaña.

«Dado que ya se conocen las posturas de los candidatos que competirán en la segunda vuelta en relación a este tema, sería importante que la campaña pueda concentrarse en la integridad de los ejes programáticos», recomendó el jefe de la misión, el expresidente colombiano Andrés Pastrana, al presentar el informe.

Agregó que «la misión espera que los derechos políticos de personas (sexualmente diversas) no se vean afectados a causa de la polarización generada en la campaña por la discusión sobre el matrimonio igualitario».

Religión y conservadurismo

«Sin lugar a dudas la religión impulsó a Fabricio Alvarado, y eso se acentuó con vehemencia a partir de la resolución de la corte (interamericana)», dijo a AFP el analista político independiente Jorge Vega.

La votación que alcanzó el diputado evangélico refleja el conservadurismo y la religiosidad de la población costarricense, que tiende a rechazar por margen de 65% a 35%, temas como matrimonio homosexual, uso recreativo de la marihuana, aborto en casos de violación y estado laico, según estudios del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica.

La elección del domingo marcó la primera vez desde la segunda mitad del siglo pasado en que el poder no será disputado por alguno de los dos partidos tradicionales del país, Liberación Nacional (socialdemócrata) y Unidad Social Cristiana (centro derecha).

«El país ha cambiado, el país político es distinto, y a esto debemos ponerle atención», comentó el politólogo Felipe Alpízar, director del CIEP.

Encuestas del CIEP marcaron el despegue de Fabricio Alvarado en las encuestas desde que en una entrevista en enero planteó retirar a Costa Rica de la CorteIDH por su opinión sobre el matrimonio homosexual.

Jorge Vega destacó que Restauración Nacional, el partido conservador evangélico, logró superar a los dos partidos tradicionales del país en las provincias periféricas, donde el ahora gobernante PAC nunca alcanzó votaciones significativas.

Se trata también de las regiones más pobres, con menos educación y empleo, y donde la religión tiene más influencia, señaló el analista.

Vega adelantó que los dos aspirantes deberán comenzar a negociar con los restantes partidos para impulsar su agenda con una Asamblea Legislativa (parlamento) fraccionada tras la elección del domingo, sin ninguna fuerza mayoritaria.

(Con información de AFP)

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