Birmania rechaza presuntos crímenes de guerra contra los rohinyás
Birmania rechazó este miércoles el informe de los investigadores de la ONU en el que acusan a su ejército de «genocidio» contra los musulmanes rohinyás, desafiando a la comunidad internacional al día siguiente de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Varios países, incluido Estados Unidos, apoyaron la idea de abrir diligencias judiciales internacionales contra los responsables militares birmanos, tras la publicación de un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
«No hemos autorizado a la Misión de establecimiento de los hechos de la ONU, a entrar en Birmania, y por eso no aceptamos ninguna resolución del Consejo de los Derechos Humanos», declaró el portavoz del gobierno birmano, Zaw Htay, según publicó el diario oficial birmano, Global New Light of Myanmar.
El portavoz destacó la creación de una «Comisión de investigación independiente» por parte de Birmania para responder a las «falsas acusaciones de las agencias de la ONU».
Según los investigadores de la ONU, los principales generales de Birmania, incluyendo el jefe del ejército, Min Aung Hlaing, deberían ser procesados internacionalmente por «genocidio» contra los rohinyás, de los que más de 700.000 huyeron a Bangladés tras una ofensiva del ejército birmano, en agosto de 2017, lanzada en respuesta a varios ataques de rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos.
El gobierno civil de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi se mantiene firme en su actitud desde 2017, la de defender a los militares, una fuerza política poderosa con la que la exdisidente trata de entenderse desde que llegó al poder, a principios de 2016.
Aung San Suu Kyi se ha abstenido hasta la fecha de realizar ningún comentario sobre el informe de expertos de la ONU, publicado el lunes, en el que se denuncia que no utilizara su «autoridad moral» en la crisis y que su ejecutivo hubiera negado cualquier problema e impedido la investigación de la ONU.
Críticas a Facebook
El portavoz del gobierno birmano, Zaw Htay, también protestó por la decisión de Facebook de cerrar la página del general Min Aung Hlaing por «violaciones de los derechos humanos». La plataforma estadounidense fue criticada por los investigadores de la ONU por haber permitido que se propagaran discursos de odio.
Zaw Htay consideró que esta decisión socavaba los esfuerzos del gobierno birmano en aras de una «reconciliación nacional».
Varios países, incluyendo Estados Unidos, reclamaron el martes en la ONU que los líderes militares de Birmania acusados de reprimir a la minoría rohinyá sean llevados ante la justicia internacional.
Sin embargo, se mostraron ambiguos respecto a las consecuencias que pudieran tener las acusaciones de «genocidio» del citado informe.
«Los hechos de la limpieza étnica de los rohinyás deben ser contados y deben ser escuchados», dijo Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
En su informe, los expertos de la ONU instaron al Consejo de Seguridad a recurrir a la Corte Penal Internacional a través de una resolución o a crear un tribunal internacional ad hoc, como para Ruanda o la antigua Yugoslavia.
Pero la probabilidad de que se apruebe una resolución sobre el «genocidio» rohinyá es muy baja, pues China y Rusia podrían interponer un veto.
(Con información de AFP)