Baja previsión de crecimiento de Eurozona por tensión comercial con Estados Unidos

La Comisión Europea redujo este jueves sus previsiones de crecimiento para la Eurozona en 2018, señalando la tensión comercial con Estados Unidos como uno de los factores que dañan la moderada recuperación de la economía del euro.

Los 19 países del euro crecerán en su conjunto un 2.1% del PIB en 2018, tras registrar un 2.4% el año anterior, según las cifras publicadas por el ejecutivo comunitario, que rebaja en dos décimas sus previsiones de comienzos de mayo.

«La ligera revisión (…) refleja el impacto en la confianza de las tensiones comerciales y la incertidumbre política, así como el aumento de los precios de la energía», explicó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

La Unión Europea aumentó en junio los aranceles a una lista de productos estadounidenses en respuesta a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de gravar las exportaciones de acero y aluminio de sus socios.

Sin embargo, Trump amenazó poco después con imponer nuevos aranceles a los vehículos europeos, una decisión que afectaría principalmente a Alemania, la primera economía de la zona euro y una potencia automotriz.

Bruselas, que mantiene la expansión de la Eurozona en el 2% para 2019, advierte que «si las tensiones [comerciales] aumentan, afectarían negativamente al comercio y la inversión y reducirían el bienestar en todos los países afectados».

El ejecutivo comunitario apunta también a los eventuales peligros vinculados a las negociaciones de retirada de Reino Unido de la UE, en punto muerto por la cuestión irlandesa, y a la situación política en varios países, como Italia.

La ‘gran apertura’ alemana

De las primeras economías de la zona euro, España sigue encabezando las previsiones de crecimiento para 2018 con un 2,8%, una décima inferior a las proyecciones de mayo, y para 2019, en un 2,4% que la Comisión Europea mantiene sin cambios.

Alemania, la primera economía del euro, ve cómo el ejecutivo comunitario reduce casi en medio punto sus previsiones de crecimiento para 2018 (del 2,3% de mayo al 1,9%) y en dos décimas las de 2019, que ahora proyecta en el 1,9%.

«La incertidumbre de la política comercial mundial podría afectar con más fuerza a la economía alemana, que se caracteriza por su gran apertura», señala la Comisión, que apunta también a una «moderación industrial» desde principios de año.

Las previsiones de crecimiento para la segunda economía de la zona euro, Francia, serán del 1,7% en 2018 y 2019, después que Bruselas las revisara a la baja tres décimas y una décima, respectivamente.

Respecto a los 28 países de la UE, la Comisión rebaja también su previsión de expansión para 2018, del 2,3% de mayo al 2,1%, pero mantiene la de 2019 en el 2%.

La Comisión Europea aumentó ligeramente sus previsiones para la inflación en la zona euro al 1,7% para 2018 (+0,2% respecto a mayo) y para 2019 (+0,1%), «como consecuencia de la subida de los precios del petróleo desde la primavera».

Esta subida acerca la inflación al objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de una inflación ligeramente inferior al 2% interanual, un signo de buena salud económica ya que corresponde a la definición de estabilidad de precios.

Sobre los precios del petróleo, su «volatilidad en torno a los altos niveles actuales persistirá durante el resto de 2018, ya que las tensiones geopolíticas y las posibles interrupciones de suministro siguen siendo imprevisibles», según Moscovici.

(Con información de AFP

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