Al asumir presidencia, declara Lula fin de la destrucción de Brasil
Buscará reconstruir el país junto a su pueblo y rescatar del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza, a otros 100 millones
Brasilia, Brasil. El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, elogió hoy el triunfo de la democracia, la cual propició que ganara las dos rondas de elecciones de octubre ante el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
«Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña», afirmó el fundador del Partido de los Trabajadores en el Parlamento, en un extenso primer discurso luego de jurar como nuevo gobernante del gigante sudamericano.
Insistió en que la democracia resultó «la gran victoriosa», al enfrentar y superar las «más violentas amenazas a la libertad del voto», en evidente referencia a los ataques a las urnas que realizó Bolsonaro, quien codiciaba reelegirse.
Recalcó que la «democracia ganó» y la «rueda de la economía volverá a girar».
También prometió que asume el poder con el compromiso de reconstruir el país junto a su pueblo y que rescataría del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza, a 100 millones, casi la mitad de la población.
«Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileñas y brasileños, que soportaron la más dura carga del proyecto de destrucción nacional que hoy se cierra», aseguró el líder progresista.
Veinte años después de abrazar al poder por primera vez, el extornero mecánico, de 77 años, fue proclamado por una tercera ocasión presidente, ahora junto a su vice, el exgobernador Geraldo Alckmin.
Al Congreso Lula llegó con el tradicional auto Rolls Royce negro descapotable junto a la primera dama, la sicóloga Rosângela Lula da Silva, conocida popularmente como Janja.
Después de la ceremonia en el Parlamento, Lula caminará por la rampa del Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, y recibirá la banda presidencial, una faja verde y amarilla, los colores de la bandera nacional, bordada en oro y diamantes.
Sorpresivamente Bolsonaro declinó entregar esa tira, como es la tradición, y decidió viajar el pasado viernes a Estados Unidos para pasar unas vacaciones en la ciudad de Orlando.
Luego de recibir la banda presidencial, Lula nuevamente hará uso de la palabra ante unas 30 mil personas, según cálculos de los organizadores de la actividad.
(Con información de Prensa Latina)