813 mil millones de dólares para gasto militar en EU
El plan de Biden es renovar el arsenal nuclear, construir un nuevo bombardero furtivo de largo alcance y submarinos nucleares
Washington, Estados Unidos. El presidente estadounidense, Joe Biden, presentó un plan de presupuesto para el año fiscal 2023 divorciado de la realidad nacional, con un aumento histórico en el gasto militar pese a la crisis económica y la inflación.
La Casa Blanca pidió al Congreso 813 mil millones de dólares con el fin de garantizar la defensa de la nación, incluidos 773 mil millones para el Pentágono.
“Mi administración valora la responsabilidad fiscal, la seguridad y las inversiones necesarias para construir un país mejor”, afirmó el mandatario demócrata al dar a conocer esta semana la propuesta, en un documento de 277 páginas.
“Pido una de las mayores inversiones de la historia para garantizar que nuestras fuerzas armadas sigan siendo las más preparadas y equipadas del mundo”, agregó.
El plan propone nuevas inversiones en el arsenal nuclear, la construcción de un nuevo bombardero furtivo de largo alcance y de submarinos de propulsión nuclear, entre otros sofisticados y mortales armamentos.
En otras palabras, para el gobernante norteamericano nada es más importante que estar preparado con vistas a una contienda bélica, en medio del conflicto en Europa del Este entre Rusia y Ucrania, una situación que, según analistas, fue alentada por Washington y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
No obstante, economistas, expertos y el pueblo estadounidense discrepan en que esas deban ser las prioridades del país y creen que tal iniciativa no responde a los verdaderos intereses y preocupaciones nacionales.
De acuerdo con la publicación Bloomberg, el plan se basa en supuestos económicos que Biden reconoce como obsoletos, incluida la previsión de que la inflación se reduzca a una cuarta parte de su ritmo actual, el más alto de las últimas cuatro décadas.
Según la periodista de ese medio Katia Dmitrieva, el presidente confeccionó la propuesta basándose en proyecciones que cerraron en noviembre de 2021, como es habitual en el proceso presupuestario de la Casa Blanca.
“Desde entonces, sin embargo, las perspectivas económicas han cambiado significativamente, con un aumento récord de la inflación hasta un 7,9 por ciento”, advirtió.
Añadió que las predicciones cerraron antes del inicio de la guerra en Europa del Este a finales de febrero y no se tuvo en cuenta el alza de los precios de los alimentos y el combustible en el país, que ocurrió a consecuencia de la contienda.
La realidad económica inquieta al pueblo estadounidense, y encuestas recientes muestran que la inflación encabeza la lista de preocupaciones de los ciudadanos.
Un sondeo de Gallup reveló que tres de cada cinco interrogados sienten “mucha preocupación” por el costo de la vida.
A esos números se añade el creciente descontento popular hacia la gestión de Biden debido a sus intentos por arrastrar a Estados Unidos a una confrontación directa con Rusia y ser parte del conflicto en Ucrania.
Es inaceptable que, tras la conclusión de nuestra guerra más larga, en Afganistán, el presidente proponga un gasto militar récord, lamentaron los líderes del Caucus Progresista del Congreso en una carta en conjunto.
Solo queda otro camino: que el legislativo no tome en cuenta estas opciones y elabore su propio presupuesto, y que entonces el documento esté en sintonía con las preocupaciones de la mayoría.
(Con información de Prensa Latina)