600 millones de enfermos por alimentos contaminados al año
Afecta más a poblaciones vulnerables y marginadas, especialmente a mujeres, niños y comunidades con migración y conflictos
Ginebra, Suiza. Al celebrarse hoy el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, la Organización Mundial de la Salud insta a todos, desde productores hasta consumidores, a mantener estos recursos libres de contaminación y salvar vidas.
“La inocuidad de los alimentos es un asunto de todos” es el eslogan de esta celebración dirigida a sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, detección y gestión de riesgos a través de la inocuidad alimentaria, promoviendo debates, soluciones y formas de mejorar la salud humana, el comercio, la agricultura y el desarrollo sostenible.
Según los expertos, cada año 600 millones de personas se enferman debido a los 200 tipos diferentes de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos, y entre los más afectados están las poblaciones vulnerables y marginadas, especialmente las mujeres, los niños y las comunidades impactadas por conflictos y migración.
Se estima que 420 mil personas mueren anualmente en el mundo debido al consumo de comida contaminada.
El tema de este 2023 es «Las normas alimentarias salvan vidas», y es que estas ofrecen a los agricultores y elaboradores orientaciones sobre la manipulación higiénica de los alimentos.
También definen los niveles máximos de aditivos y contaminantes, entre otros componentes, que pueden ser consumidos con seguridad.
Gobiernos, organizaciones y órganos regionales o intergubernamentales son los encargados de establecer dichas normas.
La Comisión del Codex Alimentarius, que este año celebra su 60 aniversario, es uno de los órganos responsables del establecimiento de reglas internacionales de inocuidad y calidad.
La inocuidad alimentaria se refiere a la ausencia de elementos dañinos en los alimentos, que pueden ser de carácter biológico, químico o físico, lo cual garantiza un consumo seguro por parte de los humanos, sin representar riesgos para la salud.
Abarca aspectos como la higiene durante la producción, procesamiento, almacenamiento y distribución, así como el control de la cadena de suministro y la implementación de buenas prácticas de manipulación.
Implica además el cumplimiento de regulaciones y estándares de seguridad alimentaria establecidos por las autoridades competentes, tanto a nivel nacional como internacional.
(Con información de Prensa Latina)