45 mil constructores vuelven a sus labores en Uruguay
Un protocolo convenido prevé que los autobuses que trasladen a trabajadores se ocupen al 50%, así como en el alojamiento
Montevideo, Uruguay. La vuelta de 45 mil constructores a sus labores en Uruguay pone hoy a prueba el intento de reactivar la economía junto con el rigor preventivo del contagio de la Covid-19.
Después de dos pactadas semanas de vacaciones anticipadas entre la Cámara empresarial, el Sindicato Único Nacional (Sunca) y el ministerio del Trabajo, al estallar la pandemia en el país, las partes se enfrascaron en debatir la necesidad de reanudar las construcciones interrumpidas, bajo condiciones sanitarias.
Esto último fue la principal demanda sindical en maratónicas reuniones que ocuparon días hasta llegar a un acuerdo que, en opinión del presidente del Sunca, Daniel Diverio, constituye un avance importante porque permitirá minimizar el riesgo de contagio en las obras.
Un protocolo convenido prevé que los autobuses que trasladen a trabajadores de la construcción no lleven más del 50 por ciento de su capacidad, el uso de nasobucos, la desinfección de los sitios y medios de labor y las mejoras en los alojamientos y de no haber espacio para dormir con la separación estipulada, la empresa tiene la obligación de alojarlos en hoteles.
En especial concierne a los constructores que se trasladan por semanas a la localidad en el norte, donde se erige una planta procesadora de celulosa, unas de las más importantes inversiones en ejecución en Uruguay.
Diverio destacó entre lo más discutido, el amparo a quienes están dentro de la población de riesgo con enfermedades prexistentes y sin cobertura de seguro con una partida de un Fondo Social para quedarse en casa y hacer la cuarentena, y lo mismo para todos los que presenten algún síntoma de contraer el virus.
Aclaró, sin embargo, que Sunca mantiene una posición afín a la central sindical Pit-Cnt en cuanto a que para frenar el coronavirus hay que establecer una cuarentena general para la población y una renta básica a los sectores más vulnerables.
También advirtió que de incumplirse lo acordado las obras pueden detenerse, lo que potencialmente haga dudar sobre la viabilidad del propósito gubernamental de ‘mantener encendidas las llamas de la economía’ y poner a la vez barreras infranqueables a la exponencial pandemia.
(Con información de Prensa Latina)