37 migrantes muertos y 35 heridos graves en Melilla
La estampida, el maltrato policial y la falta de atención médica oportuna detonaron la tragedia en frontera entre Marruecos y España
Madrid, España. La tragedia en la frontera entre Melilla y el norte de Marruecos fue aún peor de lo que vaticinaron las primeras informaciones: el número de migrantes subsaharianos fallecidos se elevó a 37, según varias organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno y ante el silencio informativo por parte de los gobiernos de Marruecos y España.
Alrededor de 35 personas más permanecen ingresados en el hospital de Nador con pronóstio “grave”.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, se limitó a responsabilizar a las “mafias” de la tragedia y a elogiar la actuación de la Guardia Civil española durante la crisis.
A las doce de la mañana de este sábado, es decir casi diez horas después del intento de entrada masiva a Melilla protagonizada por un grupo de migrantes subsaharianos, la mayoría procedentes de Sudán, una cámara de televisión captó una escena que podría arrojar más luz sobre lo ocurrido: un joven de unos 20 años, agotado y al borde del desfalleciemiento, permanecía colgado de lo más alto de la valla fronteriza, a pesar de los alambres de púas, del sistema de seguridad que incluye el electrificado y que probablemente llevaba ahí varias horas.
Abajo, en la zona territorial de Marruecos, dos agentes de policía intentaban que se bajara de ahí lanzándole piedras que iban recogiendo sobre el terreno.
El migrante las esquivaba como podía y seguía empeñado en pisar suelo español y ser al menos trasladado al centro de internamiento para extranjeros, donde podría ser devuelto u otorgarle la condición de refugiado por razones humanitarias. F
inalmente, el migrante sucumbió y bajó de la valla, y ya abajo los policías marroquíes lo llevaron a empujones y con golpes donde se encontraban tumbados en el suelo y hacinados unos 500 migrantes más.
La cifra oficial de los muertos fue variando desde que se registraron los hechos: primero no se habían registrado decesos, después se habló de cinco, ya de madrugada se elevó primero a ocho y después a 18.
Cuando ya amaneció y las organizaciones que trabajan sobre el terreno pudieron informarse en hospitales, comisarias y con los propios migrantes que habían intervenido en el intento masivo de entrada se fueron despejando los detalles, entre ellos que la mayoría de los fallecidos fue porque se cayeron de la valla fronteriza, que mide entre seis y diez metros, o que murieron por asfixia por el hacinamiento que provocó la propia estampida.
También se denunció maltrato policial y que durante las primeras horas de la crisis, los migrantes heridos graves no recibieron ningún tipo de atención sanitaria.
Y ante la falta de información oficial por parte de las autoridades marroquíes y españolas, la ONG Caminando Fronteras informó que según sus informes sobre el terreno los muertos ya eran 37 y que además había ingresados en el hospital de la ciudad de Nador, con pronóstico grave, al menos 35 personas más. Su vocera, Helena Maleno, incluso advirtió que lo más probable “es el número de muertos aumente en las próximas horas”. Otras organizaciones, como la Asociación de Derechos Humanos de Marruecos cifró los muertos en 28. Mientras que el gobierno marroquí mantenía el dato de los 18 muertos y negaba tajantemente que entre los fallecidos se encontraban dos de sus agentes de policía.
La Delegación del gobierno español en Melilla sí informó que el número de migrantes subsaharianos que habían logrado saltar la valla y adentrarse en territorio europeo fueron 133 y que todos ellos fueron detenidos y trasladados a un centro de internamiento para extranjeros. Además se informó de que, al menos del lado español, se registró un balance de 106 heridos leves, de los cuales 57 eran migrantes y 49 agentes de la Guardia Civil. Las heridas fueron en su mayoría fruto del enfrentamiento físico.
Mientras que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, elogió la actuación policial y afirmó que “las mafias son las responsables del asalto violento contra la integridad territorial, así que si hay un responsable de todo lo que ha sucedido en esa frontera, son las mafias que trafican con seres humanos”.
(Con información de La Jornada)