Evaristo sigue los mismos pasos de Gaudiano al fracaso
Todo indica que sus asesores le han estado cavando un foso y el propio Evaristo se ha metido en él y hasta sonríe con las paladas de… tierra
Sin más oficio político que las mañas aprendidas en su recorrido como priista, el presidente municipal de Centro, Evaristo Hernández, cree que puede hacer lo que se le venga en gana siempre y cuando le deje ganancias personales a él y a sus cuates, sin importarle el bienestar de la gente.
De entrada, ya el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dejó clara su postura: ni privatización de edificios ni del agua y recordó que la Cuarta Transformación es lo contrario del neoliberalismo.
Claro que Evaristo es libre de hacer y deshacer dentro de la ley, pero habría que recordarle que el compromiso de la 4T es cero corrupción y, por otro lado, si realmente aspira a gobernar Tabasco, como siempre ha dicho, pues más le vale corregir el rumbo o quedará como Gerardo Gaudiano, a un costado del camino.
A nadie le ha causado gracia que el edil de Centro pretenda vender el actual palacio de gobierno municipal para construir uno nuevo 14 kilómetros al noreste de Villahermosa, situación que favorece la zona de Altozano que recibiría toda clase de infraestructura urbana.
En cuanto a la privatización del servicio de Agua Potable, de plano está fuera de toda consideración dada la precaria situación económica de la mayoría de las familias que verían perjudicado su ingreso y, peor aún, su derecho al agua.
Todo indica que sus asesores le han estado cavando un foso y el propio Evaristo se ha metido en él y hasta sonríe con las paladas de… tierra que él mismo se arroja.
Habría que replantearle la misma pregunta al gobernador del Estado, Adán Augusto López Hernández, quien peca de tibio y busca mantenerse al margen de turbulencias. Veremos cuánto le dura el bono democrático de AMLO.