Claudia Ruiz Massieu y Gina Trujillo, el discurso y los hechos
La secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu trae un discurso impecable. Cuestionada una y otra vez sobre los candidatos de su partido y las posibles discordancias entre las bases del tricolor, sus líderes y los externos como el caso de José Antonio Meade Kuribreña, la líder priista contestó con suavidad, con elegancia y con argumentos convincentes.
Dio razones, causas y efectos en una retórica clásica que desarticulaba la crítica implícita en las preguntas que le formulaban. Después de escuchar a Enrique Ochoa Reza o al propio precandidato del PRI Antonio Meade, o al presidente de México, hasta resulta grato escuchar a un persona que sepa expresar e hilar las ideas en un ambiente adverso.
Sin embargo, a pesar del buen discurso los hechos están ahí:
-Hay un efecto negativo por el deficiente ejercicio de gobierno de Enrique Peña Nieto.
-Su precandidato, aunque asume de facto, las propuestas tricolores es un externo que trae su propia agenda del grupo al que pertenece: la tecnocracia.
-Hay inconformidad en la militancia priista tanto en las bases como en los liderazgos (nacionales y locales) por dicha selección y el ‘dedazo’ local.
En el caso de Georgina Trujillo Zentella, no podemos decir lo mismo. Una personalidad distinta, Seca y cortante en las respuestas, sin la habilidad para darle la vuelta a las preguntas difíciles, fue la nota discordante.
Cuestionada sobre la militante Addy García, su voz y su rostro mostraron la dureza con la que puede comportarse cuando algo no le agrada. Más aún, expresiones como ‘he estado muy ocupada’ o ‘no, no le he hablado’, evidencia la distancia tanto de Addy como de Claudia.
Eso sin contar con la renuncia de José Antonio Aysa Bernat, un priista con más de 52 años de militancia cuya disciplina fue pagada dejándolo fuera de la contienda por la candidatura del municipio de Centro.
Veremos qué puede más: el discurso amable, la sequedad o la realidad de Tabasco y México.