Tratamiento frena avance del Alzheimer y el Parkinson
Buscan prolongar un poco más la vida de estas células del sistema nervioso, por lo que los síntomas son más espaciados
Pionero en el desarrollo de nuevas tecnologías para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, el Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren) aplica un tratamiento para el Alzheimer y el Parkinson que, a partir de una molécula, evita que las neuronas continúen el proceso de degeneración.
De visita en México, Héctor Vera Cuesta, director del Ciren, destaca el avance que representa la sustancia NeuroEPO, ya que mejora la calidad de vida de los pacientes.
“El mecanismo de la molécula es neuroprotector. Evita que las neuronas se sigan degenerando, muriendo. Lo que hace es prolongar un poco más la vida de estas células del sistema nervioso, por lo que los síntomas son más espaciados, no tiene la enfermedad una evolución tan rápida”, explica.
El neurólogo cubano, experto en genética médica, afirma que los resultados en pacientes con Parkinson y Alzheimer han sido “espectaculares”. El estudio comenzó en enfermos con Parkinson y detectaron que dicha sustancia mejoró su condición motora, pero mucho más la parte cognitiva.
Es una de las moléculas “que va a dar de qué hablar en el mundo. Recientemente publicamos un artículo conjunto con el Centro de Neurociencias de Cuba, el cual confirma, con un análisis estadístico bien desarrollado, que es efectiva. No hay duda”.
Vera Cuesta indica que pronto NeuroEPO podrá ser comercializada. “Queremos hacer una fase IV (del estudio clínico), porque toda molécula nueva tiene un proceso de investigación riguroso. En esta etapa la queremos aplicar de forma masiva”.
Sostiene que actualmente están identificando en la isla hospitales donde se realizará el estudio, pues “no tiene efectos secundarios. Es muy inocua y muy fácil de administrar, porque es por vía nasal, donde se administran unas gotitas”. Aclara que el desarrollo de este medicamento lo realizaron centros cubanos de biotecnología y el Ciren lo probó en pacientes.
Creado hace 33 años por el comandante Fidel Castro Ruz, sin fines de lucro y para el desarrollo de las neurociencias, “en el Ciren aplicamos un programa único en el mundo. Reunimos a 11 especialistas en función de un paciente. Es un equipo multidisciplinario que atiende a un paciente de forma integral y personalizada, lograr eso es muy difícil” para cualquier país del mundo, pero en el suyo se logra gracias al “compromiso” y la capacidad de los expertos.
También el poscovid
El Ciren también ha desarrollado innovaciones tecnológicas y terapéuticas para la regeneración neuronal, lo que incluye atención a pacientes con epilepsia, trastornos del sueño, adicciones, como tabaquismo, y recientemente para las secuelas poscovid.
A causa de la pandemia de covid-19, el Ciren desarrolló un innovador programa de atención integral a personas con secuelas generadas por el virus, como cefaleas intensas, trastornos del sueño, pérdida de memoria de corto plazo, fatigas crónicas y dolores neuropáticos (ocasionado por daño al sistema nervioso), entre otros.
En entrevista con La Jornada, en las instalaciones de Multisalud –una empresa mexicana que trabaja con los servicios de salud cubanos y el Ciren–, el especialista comenta que el Centro ha realizado durante tres décadas programas de restauración neurológica, encaminados a atender las secuelas de enfermedades que afectan el sistema nervioso, y por tanto –asegura– no les costó mucho trabajo adaptarse a la atención poscovid.
“La intervención tiene la bondad de que no es un método terapéutico, sino un programa, con el cual puedes flexibilizar las terapias. Es individualizado, va de acuerdo con las secuelas del paciente y, a partir de un diagnóstico, se organiza el tratamiento.”
Vera Cuesta expone que los pacientes “sí mejoran, pero con una intervención integral intensiva, usando todas las herramientas que tiene el Ciren, por ejemplo, la ozonoterapia, los tratamientos cognitivos y la estimulación cerebral no invasiva, entre otras”.
El experto destaca que esa intervención forma parte de una estrategia de país para tratar el síndrome poscovid.
“Fue un proceso paulatino en que fuimos creando las condiciones en los policlínicos y consultorios para ir identificando a las personas, porque muchos salían del covid y decían después ‘me está pasando tal cosa’, había que explicarles que eran secuelas y aplicar la intervención para ir mejorando.”
La epilepsia puede curarse
El médico subraya que el Centro también es líder en el tratamiento de la epilepsia con cirugía. “No somos los únicos en el mundo que hacemos esta intervención, pero nuestros resultados son excelentes”.
Vera Cuesta agrega que “de quienes operamos, 60 por ciento queda libre de crisis, y estamos hablando de pacientes con 10 a 15 crisis diarias. Otro 15 por ciento tienen crisis muy espaciadas. En total, tenemos 75 por ciento de efectividad. Son los resultados de un servicio de neurocirugía de epilepsia de cualquier país desarrollado. Es parte de nuestro orgullo”.
Afirma además que “puedes hasta curar al paciente, si quitas el lugar en donde se está generando la crisis”. Esta intervención quirúrgica la lleva a cabo un equipo multidisciplinario, pues el objetivo es garantizar la calidad de vida de las personas, por lo que también se realiza en menores.
El científico reconoce que el bloqueo a su país, que lleva 60 años, ha representado un desafío, porque “nos afecta, nos limita, pero no tenemos otra opción que seguir el desarrollo, pues no hay ninguna luz de que se va a eliminar y Cuba tiene que continuar adelante”.
Cita que por esa misma razón, la isla desarrolló sus propias vacunas contra el covid-19, con las que se inmunizó a prácticamente la totalidad de los 11 millones de habitantes, incluidos menores a partir de los dos años de edad.
La medicina cubana es accesible para pacientes extranjeros, quienes pueden acudir al Ciren por tratamientos de cuatro a ocho semanas. “Los pacientes nos escriben o a través de nuestros representantes armamos los expedientes y si cumplen con los criterios, les damos la autorización de viajar al Centro”.
Detalla que 60 por ciento de los pacientes internacionales que ha recibido el Ciren en los pasados 10 años son mexicanos y anuncia que “hay más de cinco propuestas de países que quieren montar clínicas Ciren: Chile, Irak, Angola y Kazajistán. Estamos en proceso de negociación. Me parece correcto también que podamos traspasar esa tecnología que hemos desarrollado a otros países”.
(Con información de La Jornada)