Tabaquismo, grave problema sin resolver
Ciudad de México.- Aunque en México existe una red de 227 clínicas contra el tabaquismo, la prevención es un tema pendiente por causas como que la prevalencia de la adicción entre los médicos es mayor que el consumo promedio nacional.
No existe información estadística reciente sobre el tema, pero en diversos estudios se ha documentado que hasta 40 por ciento del personal médico fuma. Una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública encontró que oncólogos y siquiatras son los especialistas con los mayores consumos de cigarros, señaló Guadalupe Ponciano, directora de la Clínica contra el Tabaquismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En otro trabajo se encontró que entre los médicos que fuman, sólo 20 por ciento pregunta a sus pacientes si son consumidores de productos del tabaco contra 70 por ciento de los no fumadores, comentó la especialista.
Ayer, la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) informaron que con base en el Análisis de la Situación Nacional de la infraestructura clínica para apoyar a las personas que quieren dejar de fumar, ahora se sabe que existen 227 centros de atención, los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y las clínicas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
Además, están 340 Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), donde las personas pueden recibir una «consejería breve», comentó María José Martínez, directora general técnico normativa de Conadic.
Juan Arturo Sabines, director de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco, recordó que la atención de las enfermedades asociadas al tabaquismo tienen un costo para el país de 61 mil millones de pesos al año. Esa erogación puede disminuir si se logra evitar que los jóvenes se inicien en el consumo de cigarros o por lo menos que retrasen la edad de inicio.
Consideró que la infraestructura es amplia, pero requiere ser fortalecida con el trabajo de los médicos de primer contacto, los que están en clínicas familiares y centros de salud, donde llegan las personas y se les puede identificar si son fumadores ocasionales o ya con una dependencia a la nicotina.
Martínez señaló que en unos cuantos minutos los médicos pueden orientar a los pacientes sobre los riesgos a la salud por el tabaquismo y referirlos a las clínicas de cesación.
Como parte del proceso para fortalecer a los centros de tratamiento se actualizará la Norma Oficial Mexicana 028 sobre prevención, detección y atención de adicciones, la cual, incluso, cambiará de número y nombre para estar acorde con la situación actual de este problema de salud.
Además, se crearán los lineamientos para el funcionamiento de las Clínicas contra el Tabaquismo, con la finalidad de homologar procedimientos y tratamientos, indicó. (Con información de La Jornada)