Mucho cuidado con el uso de expectorantes para niños
Antes de proporcionar cualquier medicamento a los menores, es importante conocer las diferencias entre jarabes para la tos
La inflamación de las vías respiratorias en niños ocurre de manera recurrente. Son muchos los motivos que pueden ocasionar dicha inflamación, siendo el resfriado el más usual.
Sin embargo, las alergias y otras infecciones también pueden provocar molestias en garganta, nariz, tráquea o laringe, entre otros.
Dependiendo del tipo de tos que manifiesten los niños, se deben administrar unos medicamentos u otros.
Así, la tos expectorante precisa de un expectorante para niños, mientras que los mucolíticos se enfocan en la disminución de la mucosidad para facilitar su expulsión.
Tos con expectoración: qué es
Cuando hablamos de tos con expectoración nos referimos a un tipo de tos que el propio organismo provoca para eliminar y expulsar la mucosidad presente en el sistema respiratorio.
Esta tos también se conoce como tos productiva o tos blanda, pues, a diferencia de la tos seca, su misión es la de eliminar la mucosidad presente.
Pese a ello, es importante tener presente que un menor puede presentar mucosidad y no tos con expectoración, pues son dos síntomas diferentes.
Aunque la tos con expectoración es sumamente beneficiosa, en muchas ocasiones es preciso recurrir a expectorantes que ayuden a los niños a eliminar dicha mucosidad y facilitar la tarea al cuerpo humano.
Mucolíticos vs expectorantes: ¿qué sirve para qué?
Como hemos señalado, la presencia de tos y moco no tiene por qué suponer la existencia de tos expectante. Por ello, antes de proporcionar cualquier medicina a los menores, es importante conocer las diferencias entre mucolíticos y expectorantes.
Los profesionales que colaboran con el blog Microbiota y Bienestar, una publicación especializada en el ámbito de la salud, definen el expectorante como un fármaco que busca «provocar o promover la expulsión de las secreciones bronquiales acumuladas», donde destacaría el uso de aceites esenciales, vapor de agua, bálsamos, guaifenesina, etc. Por su parte, un mucolítico «trata de disminuir la viscosidad del moco haciéndolo más líquido», y es posible encontrar tanto jarabes como aerosoles.
Mientras que los expectorantes pueden administrarse en cualquier edad, pues muchos se componen de ingredientes naturales, los mucolíticos no pueden suministrarse a menores de 2 años, ya que provoca efectos adversos.
Remedios contra la tos con expectoración
Ante la presencia constante de tos con expectoración, se recomienda acudir a un pediatra que examine al menor. Pese a ello, existen algunas soluciones que se han utilizado para ayudar a la eliminación de mucosidad desde hace siglos.
Entre las soluciones más populares se encuentra la Hedera helix o hiedra común. Esta hierba presenta numerosos beneficios para el aparato respiratorio: disminuye la mucosidad presente, ayuda a aliviar la tos, facilita la respiración y presenta una acción broncolítica.
De igual modo, el consumo de bebidas calientes que mantengan hidratado al niño y, al mismo tiempo, alivien la tos son remedios muy efectivos. Algunos de ellos son la leche templada con miel o los líquidos tibios (sopas, purés, etc.).
Asimismo, debemos evitar exponer a los menores a cambios bruscos de temperatura, como aires acondicionados o estufas de aire. De igual modo, los niños son muy sensibles a la exposición del humo del tabaco y, en general, a los ambientes secos.
(Con información de noticiasensalud.com)