Mata cáncer a 1.6 millones de mujeres al año

El cáncer de mama es el que más mujeres mata en el mundo, pues cada año fallecen 1.6 millones de pacientes por su causa, afirmó Iván Alejandro Rodríguez, de la Dirección General de Atención a la Salud.

Aunque 99 por ciento de los casos son mujeres, y por ello se considera una enfermedad femenina, no es exclusiva de ellas, pues el uno por ciento de los casos son varones, generalmente asociados a causas genéticas. “Aunque la cifra es baja, los hombres tienen una alta tasa de mortalidad debido a una detección tardía”, refirió.

Su afectación, en todos niveles

Durante la videoconferencia Mantén la Calma, la Mejor Lucha es una Detección Temprana, realizada en la sala de videoconferencias de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, el médico señaló que el cáncer de mama repercute en la salud pública de las naciones sin respetar niveles de desarrollo, raza o condición económica o social.

En el ámbito mundial, los países desarrollados son los más afectados, a excepción de Japón (con debajo de 40 casos por año). Según estimaciones globales, aumentará al doble el número de casos en los próximos 20 años, aseguró Rodríguez.

Es la neoplasia más común en mujeres de América Latina, con cien mil casos anuales, y en México, sólo en 2014 se registraron 11 mil 372 nuevos casos, añadió.

El cáncer de mama es un crecimiento anormal y desordenado de las células de las mamas. Hay dos tipos, el carcinoma ductal (el más frecuente), que comienza en los conductos que llevan la leche de la mama al pezón; y el carcinoma lobulillar (menos frecuente), cuando el cáncer inicia en los lobulillos productores de leche, los cuales vacían su contenido en los conductos que la llevan al pezón.

Actualmente, dado su elevado número, el sector salud busca curar, no prevenir. “Se necesitan más esfuerzos de prevención, hay muchas muertes y el costo económico para los gobiernos en todo el mundo es muy elevado”, afirmó.

Hay tres estrategias de cuidado temprano: la autoexploración, que consiste en explorar las mamas cada mes a partir de los 20 años; la exploración clínica, que realiza cada año personal de salud, a partir de los 25 años; y la mastografía, recomendable en mujeres aparentemente sanas, cada dos años, a partir de los 49 y hasta los 69 años.

Gracias a la autoexploración, hasta en 16 por ciento de los casos las pacientes detectan algún síntoma.

“Es fundamental el autocuidado y la corresponsabilidad, pues el impacto no es individual, sino familiar. Se recomienda el acompañamiento de la pareja y la familia, así como apoyo psicológico”, concluyó Alejandro Rodríguez.

Signos y síntomas

  • Destacan bolitas o masas sólidas que se mueven al tacto, cambios en la textura y apariencia de la piel, variaciones en el tamaño y simetría de las mamas, retracción del pezón, presencia de venas o piel de naranja, salida de líquido del pezón al apretarlo y cambios en las areolas (piel coloreada que rodea al pezón).
  • La edad es un factor de riesgo, aunque también son relevantes los antecedentes familiares de cáncer de mama, menarca prematura y menopausia tardía, sedentarismo, obesidad, uso de terapia hormonal y antecedentes de enfermedad mamaria benigna previa.
  • También influyen la edad del primer embarazo y el consumo de alcohol o tabaco. Es un padecimiento multifactorial y, a diferencia de los males infecciosos, no es clara la línea entre una paciente sana y una enferma.

(Con información de Gaceta UNAM)

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