Los problemas de fertilidad femenina y los cosméticos
Los problemas de infertilidad han ido creciendo, paralelamente al incremento del consumo de diferentes productos, señala investigador
Zacatecas, Zacatecas. La exposición constante a compuestos químicos en forma de nanopartículas, contenidos en novedosos cosméticos, alimentos, así como productos relacionados con la salud y para el cuidado personal está vinculada con problemas de fertilidad en la mujer, por lo que es importante que el gobierno regule su importación, pues su comercialización se lleva a cabo en muchas ocasiones sin la información veraz y completa en el etiquetado.
En entrevista, el científico mexicano Ramsés Santacruz Márquez, egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas y del Cinvestav, dijo lo anterior.
Actualmente hace estudios sobre los efectos nocivos de las nanopartículas en la fertilidad de la mujer y de otros compuestos químicos como los ftalatos y el bisfenol (Bpa), en el Departamento de Ciencias Biocomparadas de la Universidad de Illinois.
Santacruz Márquez hizo sus primeros estudios sobre la toxicología del Bpa “evaluando cómo la exposición a este compuesto puede afectar las funciones reproductivas, en particular sobre las células germinales femeninas, el óvulo u ovocito”, en ratones de laboratorio.
Después desarrolló un proyecto para ver cómo ciertas nanopartículas pueden afectar las funciones reproductivas de la mujer, en particular el folículo antral (conjunto de células que están el ovario), que contribuyen a la síntesis de hormonas y el desarrollo de células germinales.
Se trata de estudios novedosos, porque aunque las nanopartículas tienen años usándose en ciertos productos del ámbito industrial, actualmente hay otros de uso cotidiano, particularmente para elaborar cosméticos como los bloqueadores solares, “e incluso alimentos, y lo más preocupante es que en su etiqueta de fabricación, no necesariamente se especifica qué contienen.
“Por lo mismo, su uso es relativamente nuevo. No hay muchos estudios de toxicidad. Al final, estos estudios son muy importantes, pues ayudan a entender y regular su uso”.
Es necesario que los gobiernos se aboquen a regular su comercialización y aplicación, “haciendo que sea un poco más estricta su regulación, con el fin de que se identifiquen en el etiquetado sus compuestos”.
Santacruz Márquez dice estar satisfecho con el trabajo de posdoctorado y las condiciones en que lo desarrolla en la unidad Urban-Champaign de la Universidad de Illinois, Chicago, aunque admite que “si en algún momento puedo regresar a México, si encuentro alguna buena oportunidad para trabajar y seguir haciendo más investigación, lo haría”.
Sobre la que trabaja, señala que resulta relevantes y de impacto social “porque los problemas de infertilidad han ido creciendo, paralelamente al incremento del consumo de diferentes productos, que, se ha visto, están asociados”.
Confía en que algún día en México este tipo de investigación “ayude a regular el uso de diferentes compuestos que pueden afectar a la población.
“Se ha visto que los ftalatos están asociados con padecimientos o alteraciones a nivel reproductivo. Recomendaría revisar en los cosméticos qué ingredientes contienen y empezar a ver y entender. “El gobierno tendría la tarea de reducir o limitar, pero que el uso de ftalatos en estos productos cosméticos se haga en concentraciones o rangos que se conozca con certeza científica, que no tendrán efectos adversos.”
Incluso, reveló, éstas sustancias no sólo afectan el sistema reproductivo, pues “hay efectos en diferentes funciones en el sistema inmune, el cardiovascular y el respiratorio”. Lo más grave, señaló, es que estos productos “también pueden afectar de manera multi y trans generacional. Esto es, que a lo mejor la madre estuvo expuesta y los efectos nocivos aparecen también en la hija o hasta la nieta, como se ha comprobado en los laboratorios donde él trabaja, con estudios realizados en animales.
(Con información de La Jornada)