¿Hay terapias alternativas para tratamientos del dolor?

Existen métodos y terapias para abordar el dolor desde sus componentes físicos, emocionales, psicológicos, sociales, espirituales y culturales

Las ciencias de la salud se encuentran en constante avance y, sin embargo, la existencia de diversas alternativas farmacológicas analgésicas no ha logrado eliminar el dolor incapacitante que presentan con mucha frecuencia los pacientes con enfermedades crónicas y/o degenerativas.

Del mismo modo, son muchos los tratamientos farmacológicos que producen efectos adversos intolerables para el paciente, produciendo una prolongación del síndrome doloroso.

Por tanto, el médico, así como el profesional de enfermería, deben buscar cómo controlar el dolor de manera efectiva, oportuna, personalizada, continua y de calidad, de sus pacientes.

Es así como, hoy en día, existen diferentes métodos y terapias que permiten abordar el dolor desde sus componentes físicos, emocionales, psicológicos, sociales, espirituales y culturales. De esta forma, sirven de complemento y se ofrece un tratamiento integral y multidisciplinar.

Métodos no farmacológicos

Este tipo de métodos tienen el fin de disminuir problemas como el temor, miedo e incluso la ansiedad que diversos pacientes experimentan por los tratamientos y procedimientos a los que se someten, en especial los pacientes oncológicos pediátricos.

Estos tratamientos se consideran un complemento al tratamiento farmacológico para ayudar al paciente a mitigar el dolor y controlarlo de una manera mejor.

Así, dentro de estos tratamientos están:

  •     Frío y calor. Al aplicar calor en una zona, los vasos se dilatan haciendo que la circulación de la sangre se incremente, dando paso a que los residuos producidos de forma local puedan ser eliminados. Además, también favorece a que los músculos se relajen. Por otro lado, al aplicar frío, el impulso doloroso disminuye, como si se adormitara el dolor.
  •     Distracción. Se trata de que los pacientes se enfoquen en actividades que los distraigan, ya que, al hacerlo, estos liberan endorfinas que calman los dolores, es decir, es como si se olvidasen del dolor al fijar su atención en algo diferente.
  •     Estimulación cutánea o masaje. Los masajes ayudan a luchar contra el dolor al ser transmitidos por los nervios periféricos. Solo se debe masajear suavemente la piel.
  •     Técnicas de relajación. Estas pretenden lograr que los niveles de ansiedad disminuyan, en referencia a los que acompañan el dolor, buscando que la respiración se controle y los músculos se relajen.
  •     Psicomotricidad / imaginación guiada. Se quiere que el paciente centre su atención en una imagen o algo más que no se relacione con el dolor que padece. Es uno de los métodos más afectivos para tratar a los pacientes pediátricos mayores de 6 años.

Terapias alternativas

Las terapias alternativas pueden ser utilizadas por sí mismas o como abordaje multimodal a través de las cuales se ayuda al paciente a comprender el problema del dolor y que su inquietud se puede modular a través de un aporte psicológico, emocional e incluso educativo.

A continuación, les contamos los distintos tipos de técnicas de medicina alternativa empleadas para controlar el dolor:

  • Ayurveda. Este tipo de terapia es antigua, se conoce como la ciencia de la vida y el objetivo de sus procedimientos es la restauración y la mantención del equilibrio básico entre el cuerpo, la mente y el espíritu, desde una perspectiva integral de la persona y el entorno básico de desarrollo en su comunidad.
  • Hipnosis. Se trata de una técnica que se basa en el conocimiento científico y requiere de la voluntariedad y colaboración del paciente para poder realizarse. Mediante esta técnica, se realiza una focalización atencional, disociada y selectiva que se mantiene en el tiempo buscando los cambios cognitivos y conductuales.
  • Shiatsu. Es una técnica que se basa en hacer presiones con los dedos y las palmas de las manos en varios puntos. Se emplea para la corrección de irregularidades, mantiene y mejora la salud y, además, alivia las molestias activando a que el cuerpo se cure por sí solo.
  • Sotai. Este tratamiento japonés se fundamenta en los conocimientos de la medicina china y japonesa que se combinan y favorecen a la mejora de los problemas articulares y musculares. Ofrece equilibrio al cuerpo.
  • Osteopatía. Más que una terapia, es un arte y, para llevarlo a cabo, el terapista debe tener destreza, habilidad y sensibilidad. Se estudian los movimientos del cuerpo y permite vislumbrar posibles dolencias, ya que hay algunos de estos movimientos que, al perderlos, pueden ser señales de osteopatía o desequilibrio.
  • Esencias florales. Las esencias florales ayudan a que el ser humano se transforme y recupere las cualidades armónicas del ser de las que no era conscientes. Estas le ayudan a crecer personal e integralmente. Esta terapia tiene como objetivo que la persona se conecte más consigo misma.
  • Reiki. Se fundamenta en transmitir energía vital mediante las diversas técnicas. El fin de esta terapia es que la persona se equilibre y se sienta en armonía a nivel energético. Además de que recupere la vitalidad perdida y mejore su estado físico, mental-emocional y espiritual. Actualmente se utiliza en los hospitales de España para complementar los tratamientos y la sociedad lo acepta.
  • Biomagnetismo. Esta técnica rastrea el cuerpo y detecta los puntos en los que hay virus, bacterias, hongos y parásitos, que causan enfermedades. Se aplican imanes en esos puntos y la salud mejora en pocas sesiones. Trata las intolerancias alimenticias, alteraciones cutáneas y hormonales y en general los malestares.
  • Reflexología podal. Se trata de una terapia que estimula los puntos de los pies, ya que son zonas de reflejo que producen efectos específicos sobre las diversas partes del cuerpo. Los pies se conforman por músculos que permiten la aceleración de la circulación sanguínea. Cuando se masajea el pie, la circulación mejora y por ende el corazón. Este masaje previene y trata enfermedades y malestares.
  • Quiropraxia. Se emplea para las personas que padecen de problemas en el sistema músculo-esquelético. Se trata de técnicas manuales y ajusta las subluxaciones vertebrales y de los nervios.
  • Quiromasaje. Este método aplica la fuerza externa de las manos para mejorar la salud de la persona. Además, incorpora exploración, preparación, amasamientos, percusiones y maniobras específicas del cuerpo.
  • Kinesiología. Analiza los músculos y el movimiento del cuerpo. Se emplea un test muscular cualitativo donde se evalúa el nivel de estrés en la persona e incorpora la estructura, fisiología, nutrición, aspectos cognitivos, afectivos y sociales e incluso la energía vital del humano.
  • Meditación. Se trata de un procedimiento donde la concentración es primordial para lograr relajar el cuerpo y la mente. Esto debe entrenarse para que la atención y la conciencia se controlen y así los estímulos exteriores se limiten y así surja la sensación de armonía y se logre el alivio.

(Con información de noticiasensalud.com)

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