Estrés laboral, factor en casos de cardiopatías
Ottawa, Canadá. Los trabajadores que tienen un jefe exigente y fechas de entrega ajustadas pueden duplicar el riesgo de padecer una afección cardíaca grave, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Quebec.
El estudio, realizado durante 20 años con casi seis mil empleados administrativos en Canadá, arrojó que aquellos cuya ocupación es estresante y sienten que no se les paga o elogia lo suficiente tienen un 97 por ciento más de probabilidad de desarrollar fibrilación auricular.
Dicha afección ocasiona palpitaciones cardíacas y puede provocar un derrame cerebral, precisó la investigación publicada en la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón.
El salario alto, sin embargo, no tuvo efectos significativos en la mitigación de un trabajo estresante, ya que el personal con mucha tensión laboral y que recibe un sueldo mejor tiene 83 por ciento de probabilidad de desarrollar la enfermedad.
El estrés laboral, además, puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial que, a su vez, causaría problemas cardíacos graves, incluidos ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. Por otro lado, las personas que realizan tareas estresantes son más propensas a adoptar hábitos nocivos, como fumar o beber, aumentando, nuevamente, el riesgo de padecer problemas cardíacos.
El autor de la investigación, el doctor Xavier Trudel argumentó que los hallazgos dan cuenta de la importancia de que los jefes y los lugares de labor implementen ambientes relajados y plazos de entrega flexibles para favorecer la salud de los trabajadores.
Nuestro análisis sugiere que los factores estresantes relacionados con el trabajo pueden ser factores relevantes para incluir en las estrategias preventivas, aseveró Trudel.
Consideró, además, que es necesario reconocer y abordar los factores estresantes psicosociales para fomentar entornos laborales saludables que beneficien tanto a las personas como a las organizaciones donde trabajan, añadió.
La investigación le siguió el paso a cinco mil 926 trabajadores directivos y oficinistas de organizaciones públicas de Quebec, con una edad media de 45 años y 65 al final de la misma.
(Con información de Prensa Latina)