En México, casi un tercio de adultos mayores sufre maltrato
Puede ser físico, emocional, sexual, económico o por negligencia; el más frecuente es el psicológico
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato en la vejez se define como uno o varios actos repetidos que le causan daño o sufrimiento a una persona mayor, o la no adopción de medidas apropiadas para evitar otros perjuicios.
El maltrato puede ser físico, emocional, sexual, económico o por negligencia. Las personas mayores son particularmente vulnerables a éste debido a su fragilidad física, aislamiento social, dependencia de otros para el cuidado, deterioro cognitivo y escasez de ingresos. Según la OMS, en 2021 aproximadamente uno de cada seis individuos mayores de 60 años sufrió algún tipo de abuso en los entornos comunitarios; y durante la pandemia de la Covid-19 estas tasas aumentaron. Sin embargo, se considera que las cifras pueden ser más altas debido a la falta de estadísticas, el subregistro y la dificultad para detectarlo.
A decir de Liliana Giraldo y colaboradores (1), en México la prevalencia de maltrato a personas mayores fue del 32.1 %.
El más frecuente fue el psicológico, con un 28.1 %. Casi el 58 % de los encuestados informó haber sido víctima de un tipo de abuso, el 34 % de dos, y el 8 % de tres o más.
Otro estudio reveló una prevalencia del 16.2 % de agresiones a adultos durante 2019. De los afectados, el 12.7 % fue víctima de maltrato psicológico, el 3.9 % económico, el 3.7 % físico, el 3.5 % de descuido o abandono, y el 1 % de violencia sexual (2).
Quienes han sido maltratados pueden presentar confusión, insomnio, agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, cicatrices o quemaduras, higiene deficiente y desarrollo de úlceras, entre otros síntomas. La violencia en cualquiera de sus formas tiene un impacto negativo en la salud física y mental de las personas mayores; por eso es importante reconocerla, prevenirla y atenderla.
Al realizar sus actividades cotidianas como comer, bañarse o vestirse, los adultos mayores dependientes, incluyendo aquellas personas que muestran fragilidad, marcha lenta o pérdida de peso, son vulnerables a recibir algún tipo de maltrato por parte de su cuidador o cuidadora, debido al agotamiento físico y mental que genera dedicarse por más de ocho horas a la atención de alguien. De ahí que sea relevante que todos los miembros de una familia colaboren; cuanto más ayuda se reciba, menos posibilidades hay de que se produzca maltrato.
«Quienes lo han padecido pueden presentar confusión, insomnio, agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, quemaduras, higiene deficiente y desarrollo de úlceras, entre otros síntomas».
También es indispensable que desde los diferentes órdenes de gobierno se definan políticas claras en torno a la capacitación de cuidadores no especializados, así como en la formación de profesionales de salud en la atención de ancianos y su inserción en el mercado laboral, tanto en programas preventivos como de promoción de la vejez libre de violencia o maltrato.
Otra acción que se debe implementar para evitar el maltrato es la denuncia en alguno de los siguientes sitios:
- En Ciudad de México se puede realizar ante Protección Civil o contactar a la oficina del Ministerio Público de la alcaldía correspondiente. También se ofrece el servicio de “Atención a Casos de Violencia, Abandono y/o Vulnerabilidad Social a Personas Mayores de 60 años”, en el Módulo de Atención a Personas Mayores, ubicado en Dr. Lavista 181 B, esquina Dr. Lucio, en la colonia Doctores. Teléfono: 55 5208 3583, extensión 134.
- En el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), mediante el Reporte de Maltrato al Adulto Mayor y/o Persona con Discapacidad, al Área de Trabajo Social de la Unidad de Atención a Población Vulnerable, teléfono 55 3003 2200, extensiones 5394 y 6133, y al correo: atencion_ciudadana@dif.gob.mx
En 2022, la OMS y los países miembros publicaron el documento Tackling abuse of older people: five priorities for the UN Decade of Healthy Ageing (2021-2030), en el que se presentan cinco prioridades para el Decenio de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable: 1) combatir el edadismo, ya que es una de las principales razones por las que el maltrato a las personas mayores recibe tan poca atención; 2) generar más datos y de mejor calidad para concienciar sobre este problema; 3) concebir soluciones rentables para poner fin a este tipo de abuso y ampliar su uso; 4) elaborar un argumentario a favor de la inversión en este tema para convencer de que es un dinero bien empleado; y 5) recaudar fondos, ya que se necesitan más recursos para abordar esta situación.
En este sentido, adquiere gran relevancia la formación de profesionales dedicados al cuidado del adulto mayor, ya sea para la atención personalizada de éstos o asesorar a los cuidadores familiares en las tareas a desempeñar. La UNAM tiene diversos programas de educación continua y de posgrado para formar los recursos que el país necesita. Asimismo, las carreras universitarias de las ciencias de la salud incorporan el tema en la preparación de sus alumnos, a fin de atender las necesidades de formación de personal capacitado en este rubro. Pero es necesario acelerar el paso porque este sector de la población es el que está teniendo mayor crecimiento demográfico, a la par que se ha incrementado la esperanza de vida al nacer.
Busquemos juntas y juntos las mejores soluciones con la comunidad universitaria en beneficio de la población vulnerable.
L. Giraldo-Rodríguez, O. Rosas-Carrasco y D. Mino-León, “Abuse in Mexican Older Adults with Long-Term Disability: National Prevalence and Associated Factors”, Journal of the American Geriatric Society, vol. 63(8), agosto, 2015, pp.1594-1600. [doi: 10.1111/jgs.13552. PMID: 26289685].
L. Giraldo Rodríguez, y M. Agudelo Botero, “Elder Abuse in Mexico”, en M. Shankardass (ed.), International Handbook of Elder Abuse and Mistreatment, Singapur, Springer [https://doi.org/10.1007/978-981-13-8610-7_5].
(Con información de Gaceta UNAM)