El “corazón roto”, ¿una cardiopatía por estrés?

Cuando escuchamos que alguien se peleó con el novio o la novia y su corazón está roto, debemos tomarlo más seriamente de lo que creíamos y es que tener el corazón roto no es un mito, una figura poética o sólo una expresión; se trata de un problema que afecta al corazón en la vida real y se le suele confundir con un infarto, explicó Álvaro Contreras Villaseñor.

El catedrático de la Facultad de Medicina indicó que si bien la expresión corazón roto es muy conocida, el problema médico fue descrito en los años 90 del siglo pasado en Japón y, hasta donde se sabe, afecta a unas tres mil o cinco mil personas en el mundo.

“Muchas veces menospreciamos la salud emocional y mental. Por ejemplo, a quienes tienen depresión clínica la familia les dice que se pongan contentos o de buenas. Es como decirle a alguien no estés infartado”, comentó el especialista en cardiología.

El síndrome de corazón roto es el nombre que se le da a la miocardiopatía por estrés que es cuando el lado izquierdo del corazón se inflama de forma similar a un pequeño globo debido a un estrés intenso e inesperado, como puede ser la pérdida de un familiar o una pena de amor, sin que se haya tapado una arteria o haya un daño muscular.

Contreras Villaseñor precisó que también recibe el nombre de miocardiopatía de Takotsubo debido a que al hacer un estudio de rayos X es posible ver que el músculo del ventrículo izquierdo se inflama como un pequeño balón sin que haya un daño orgánico evidente, adquiriendo una forma similar a una jarra japonesa conocida como takotsubo y utilizada en Japón para atrapar pulpos.

Por razones desconocidas, este mal afecta principalmente a las mujeres, sobre todo de edad avanzada, pero no excluye a las jóvenes o a los hombres.

“Quienes lo presentan tienen dolor de pecho, falta de aire, desmayos, palpitaciones, arritmias, la misma sintomatología de alguien a quien, efectivamente, se le está tapando una arteria del corazón y tiene un infarto”, precisó el cirujano.

Causas posibles

De los registros de síndrome del corazón roto en el mundo, se estima que cerca de 30 por ciento tiene antecedentes de estrés y otro 30 por ciento pasó por terapia intensiva (por sepsis, quemaduras, entre otros), pero en el 40 por ciento restante no se sabe qué causa este problema.

Habitualmente se asocia con dificultades en el manejo de estrés y se sabe que casi 30 por ciento de los casos tiene antecedentes psiquiátricos, de bipolaridad o esquizofrenia.

Contreras Villaseñor explicó que una de las teorías más aceptadas del por qué se da esta inflamación es el exceso de catecolaminas, es decir, neurotransmisores que llegan al torrente sanguíneo en situaciones de alerta máxima, como la adrenalina, noradrenalina o dopamina, que permiten a una persona correr más rápido o fuerte.

En situaciones de estrés, el cuerpo libera hormonas produciendo cambios en las células del corazón.

La buena noticia es que un corazón roto puede evolucionar rápidamente y de forma favorable para el paciente, aunque en algunos casos puede presentarse una falla ventricular que requiere de un seguimiento hospitalario de hasta cuatro semanas.

“Es una enfermedad que está infradiagnosticada en México, hay cuadros que pueden ser muy aparatosos y otros que son muy inocentes, entonces, a lo mejor el apapacho y el caldo de pollo nos tranquilizan al bajar el nivel de estrés, pero no es algo seguro”, estimó el especialista en el corazón.

Para diagnosticarla hay que saber que existe y se requiere de cierto grado de entrenamiento y ciertos recursos tecnológicos; es esencial que todos los médicos en formación sepan de ella y de estrategias para su detección, finalizó Contreras Villaseñor.

(Con información de Gaceta UNAM)

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