Diagnóstico tardío de párkinson pone en riesgo a pacientes
Ciudad de México.- Selva Rivas Arancibia, investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, afirmó que hasta un 56 por ciento de los pacientes diagnosticados con párkinson, en realidad no la padecen.
En un comunicado, la investigadora de la UNAM alertó que este problema se debe principalmente a que muchos neurólogos y médicos generales mexicanos se equivocan en sus diagnósticos.
“En nuestro país, el error diagnóstico de un neurólogo especialista en síndromes motores puede llegar al 24 por ciento, y el error diagnóstico de un médico general puede alcanzar el 56 por ciento. Entonces, tenemos pacientes diagnosticados con la enfermedad, y no la tienen, lo que indica que no están recibiendo el tratamiento adecuado”, alertó.
Hasta la fecha el origen y las causas de este padecimiento son “inciertos”, lo único que se sabe es que la detección de esta enfermedad se logra cuando ya es muy tarde para el paciente.
Aunque se desconocen sus causas, sí se sabe que surge cuando las neuronas dopaminérgicas comienzan a morir, y el diagnóstico suele confirmarse cuando ya ha muerto entre el 60 y 80 por ciento de éstas, es decir, cuando el padecimiento se encuentra en un estado avanzado.
Esto es muy peligroso de acuerdo con la universitaria, puesto que la enfermedad avanza de una forma lenta pero ya está presente en el paciente desde antes.
“Antes de establecer el diagnóstico, la enfermedad está presente, avanza lentamente, pero no hay sintomatología clara”
El temblor en varias partes del cuerpo es uno de los principales síntomas que sufre un paciente con párkinson, sin embargo, estos no determinan que realmente se trate de esta enfermedad.
“Uno de los primeros síntomas es el llamado temblor de reposo, en donde un miembro del cuerpo tiembla en una situación de descanso, ocasionando con el tiempo la falta de control motor, rigidez, pérdida de la regulación del movimiento, dificultad en tareas de movimientos finos. No obstante, esto no necesariamente significa que sea párkinson, pero sí un síndrome parkinsoniano, de ahí que exista un rango considerable de pacientes mal diagnosticados”.
Según este comunicado, uno de cada 10 casos ocurre por predisposición genética, “el resto, su origen es diverso: edad, historia familiar, medio ambiente o exposición a elementos toxicológicos que ocasionen estrés oxidativo, mismo que daña de manera irreversible las neuronas dopaminérgicas”, por ello es indispensable, advirtió Rivas Arancibia.
El avance del párkinson se puede retrasar y mejorar la calidad de vida de los pacientes, porque hasta la fecha, esta enfermedad es incurable.
“Aunque es incurable, con el tratamiento adecuado y, de ser posible, con base en un equipo multidisciplinario en donde participen neurólogos, psicólogos y fisioterapeutas, entre otros, se puede retrasar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
(Con información de Sin Embargo)