Crean tratamiento natural alternativo contra la amibiasis
Los fármacos que se usan hoy en día son muy tóxicos y están generando resistencia: Julio César Carrero
Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) desarrollan un tratamiento alternativo contra la amibiasis intestinal basado en sustancias naturales y vegetales, que podría sustituir en el mediano plazo a los actuales medicamentos que resultan altamente tóxicos.
Según el académico Julio César Carrero Sánchez, del Departamento de Inmunología del IIBO, durante las investigaciones de laboratorio encaminadas a generar una vacuna contra la amibiasis se ha podido comprobar que, proteínas como la lactoferrina, presente en la leche materna, así como otras sustancias antiamibianas, derivadas de algunas plantas, son muy efectivas para el tratamiento terapéutico de la amibiasis.
Completamente tolerable por el organismo
Durante el seminario institucional Respuesta inmune innata y adaptativa a la amibiasis: una espada de doble filo bruñida por anticuerpos, citocinas y neutrófilos, el especialista indicó que actualmente el tratamiento más común contra la amibiasis está basado en la aplicación de metronidazol, que es efectivo, pero altamente tóxico, por lo que es importante contar con una opción de origen natural.
“La lactoferrina es un compuesto natural antimicrobiano presente en la leche materna y está demostrado a plenitud que puede ser utilizada como tratamiento contra la amibiasis intestinal, la cual es completamente tolerable por el organismo porque proviene de nosotros mismos; es muy efectivo y no tóxico.”
Asimismo, comentó que, como miembro del consorcio institucional NUATEI (Nuevas Alternativas para el Tratamiento de Enfermedades Infecciosas), se han identificado compuestos con propiedades antiamibianas derivados de algunas plantas; de tal manera que se han obtenido una variedad de extractos vegetales y alcaloides purificados de dichos extractos con miras a solucionar problemas de infecciones por patógenos protozoarios, bacterias o virus de importancia médica en nuestro país.
Señaló que debido a que, por el momento, ha bajado la incidencia de casos de amibiasis en el mundo, se ha perdido cierto interés en esta enfermedad; sin embargo, el parásito ya está mostrando resistencia a los tratamientos, por lo que hay el riesgo de que en cualquier momento las infecciones puedan repuntar.
“El padecimiento podría volverse a reactivar aumentando los casos, ya que se ha comenzado a identificar cepas de amiba que son resistentes al metronidazol, debido al uso indiscriminado de esta sustancia; se sabe por ejemplo de casos de abscesos hepáticos amibianos que ya no responden a ese medicamento, así como de casos de tratamiento con ese fármaco de infecciones intestinales por amibas no patógenas, que no lo requieren.”
Insistió que en caso de que las enfermedades por amibiasis resurjan por esta resistencia al medicamento, se requerirán de nuevas drogas, y en ese momento el tratamiento natural que se ha desarrollado podría adquirir una gran relevancia, pues ha demostrado ser muy efectivo y seguro.
Mencionó que en las actuales circunstancias es muy complicado sustituir el actual tratamiento que se aplica con metronidazol, pues a pesar de ser altamente tóxico, es demasiado económico y sigue teniendo una alta aceptación entre la población.
Recordó que en los años 80, los casos de amibiasis por año en el país rebasaron el millón de personas, mientras que actualmente apenas alcanzan los 100,000, lo cual no deja de ser significativo sobre todo para la comunidad científica que da seguimiento a este tipo de enfermedades y está lista para reaccionar ante cualquier cambio de comportamiento.
Carrero Sánchez concluyó que aun cuando varias enfermedades infecciosas tienden a disminuir su incidencia por las medidas higiénicas asociadas a la pandemia, la investigación no debe detenerse. Tendrían que aprovecharse todas las posibilidades que se han abierto en instituciones como la UNAM para crear grupos multidisciplinarios de expertos en diferentes disciplinas con el fin de seguir debatiendo y reflexionando sobre la generación de tratamientos efectivos que permitan reducir la propagación de estas afecciones y evitar que en cualquier momento puedan repuntar por diversas causas.
(Con información de Gaceta UNAM)