¿Alimentos saludables?
Aunque la lista de efectos asociados a los llamados súper alimentos en blogs y artículos en internet es impresionante la realidad a veces no concuerda con los presuntos beneficios como ayudar a bajar de peso o prevenir el cáncer.
El término «superalimento», usado para describir productos muy ricos en nutrientes y considerados especialmente beneficiosos para la salud, no es una definición científica, sino un término usado más bien con fines comerciales.
«Los súper alimentos son trucos de mercadotecnia», dijo a la publicación Duane Mellor, nutricionista de la Universidad de Canberra, en Australia.
En BBC Mundo se presenta una selección de los súper alimentos investigados por New Scientist.
1.- Las bayas de goji provienen de una planta originaria de China donde son utilizadas en la medicina tradicional de ese país, donde se afirma que estas bayas fortalecen el sistema inmunológico, estimulan la libido y protegen contra enfermedades cardiovasculares y cáncer.
La mayoría de los estudios existentes suelen basarse en uno de los componentes de las bayas, los llamados polisacáridos lycium barbarum, o LBP por sus siglas en inglés.
La otra afirmación en torno a las bayas de Goji es que contienen altos niveles de zeaxantina, un pigmento vinculado a la prevención de enfermedades degenerativas de la vista asociadas a la edad avanzada.
Y Catherine Collins, dietista del Hospital St. George en Londres, no está convencida.
«Otros alimentos tienen el mismo efecto y son más baratos. Si lo que quieres es consumir zeaxantina, puedes encontrarla en espinaca, repollo o pimientos amarillos».
Si bien las bayas de Goji contienen más vitamina C que los arándanos, puede obtenerse la misma cantidad de fresas o limones.
2.- Algunos estudios han mostrado que reemplazar cereales con quinua puede reducir el colesterol y ayudar a la pérdida de peso.
Los beneficios de la quinua citados arriba sueles atribuirse a sustancias llamadas saponinas, que se cree actúan alterando la permeabilidad del intestino.
Pero al lavar la quinua antes de consumirla, como suele hacerse, retira las saponinas junto con sus beneficios.
3.- Los arándanos suelen ser apreciados por su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio de 93 mil mujeres en 2012, por ejemplo, mostró que las participantes que consumieron tres o más porciones de arándanos y frutillas por semana tenían un riesgo 32% menor de sufrir un ataque al corazón que aquellas que ingirieron esas frutas sólo una vez al mes.
El estudio fue realizado por el departamento de nutrición de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido. (A. Cassidy et al, 2013)
«La evidencia es prometedora», según New Scientist.
Esos beneficios sueles ser atribuidos a compuestos llamados antocianinas, de la familia de los flavonoides.
Pero una proporción muy menor de esos compuestos entra en la corriente sanguínea, según Gordon Gordon McDougall del Instituto James Hutton, en Dundee, en el Reino Unido.
4.- El beneficio potencial del chocolate más citado se relaciona con los llamados flavonoles, compuestos hallados en el cacao.
Estudios en cultivos celulares y en roedores han mostrado que los flavonoles del cacao aumentan la producción de ácido nítrico, un precursor de óxido nítrico, que regula la presión sanguínea.
Pero los estudios con humanos han arrojado resultados contradictorios, según New Scientist.
Una revisión de varios estudios realizada en 2012 por científicos australianos concluyó que el chocolate rico en flavonoles, el más oscuro y amargo, puede reducir ligeramente la presión, por lo menos en el corto plazo.
Y los efectos prometedores deben balancearse con el hecho de que la mayoría de los fabricantes combina el cacao con grandes cantidades de azúcar y grasas.
5.- Los mayas usaron las semillas de chía para hacer desde harina a té. Es uno de los superalimentos más de moda y suele afirmarse que es una gran fuente de omega 3, los ácidos grasos que se cree reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y depresión.
Las semillas de Chía contienen aproximadamente 17 gramos de omega 3 por cada 100 gramos.
Una porción de salmón de granja atlántico aporta aproximadamente 2,2 gramos de omega 3.
Pero a diferencia del salmón, los ácidos grasos en las semillas de Chía están en la forma de ácido α-linolénico (ALA), que el organismo debe convertir otros ácidos (EPA y DHA) para obtener beneficios cardiovasculares.
Y esta conversión tiene una eficiencia de apenas el 10%, así que la cantidad de EPA y DHA cada 100 gramos de semillas de Chía es de 1,7 gramos, menor que en el caso del salmón.
Para obtener ácidos grasos omega 3, es recomendable moler las semillas.