Miguel León-Portilla recibe homenaje en Bellas Artes
Preparó con su intelecto para obrar con el corazón, disfrutando la vida y el conocimiento, brindando enseñanzas sabias y buenas: Graue
Miembros de la comunidad académica y cultural de México acompañaron a la familia del antropólogo, historiador y defensor de las culturas originarias, Miguel León-Portilla, en su homenaje de despedida en el Palacio de Bellas Artes, en donde fue evocado en toda su trayectoria y sabiduría con las palabras de quien fuera su gran amiga y colega Clementina Díaz y de Ovando.
Fue Gerardo Hierro, yerno de León-Portilla, quien, en nombre de la viuda, la también historiadora y lingüista Ascensión “Chonita” Hernández, su hija María Luisa “Mariza” León-Portilla, y sus nietos Miguel Diego y Fabio Hierro, leyó el discurso “Rostro y corazón de Miguel”, con el cual lo retrató la historiadora Díaz y de Ovando (1916-2012).
Lo describe como un hombre creativo, idealista, gentil, de humor travieso y juicio equilibrado, que se molestaba sólo si se le interrumpía:
“Cuando trabaja no le place que se lo distraiga y, con una cierta impaciencia no exenta de gracejo, afirma: ‘esto me perturba, me perturba’”.
La historiadora recuerda una anécdota que le contó el propio León-Portilla, cuando se acercó a su profesor, el doctor Ángel María Garibay, para pedirle que fuera su director de tesis doctoral sobre filosofía náhuatl. El padre Garibay le preguntó si conocía la lengua mexicana de los antiguos. Como la respuesta fue “no”, le dijo:
“Amigo mío, bien me sé que hay quien habla de la filosofía platónica, sin saber dos palabras del griego, y de la filosofía kantiana, sin conocer el alemán. Pero la seriedad de un doctorado pide algo muy distinto. Tiene usted que saber náhuatl. De otra manera, o niega lo que no conoce, o hará una preciosa novela de fantasías, como hacen muchos más a base de datos incoherentes y vagos”.
Y en menos de seis meses, el historiador profundizó en su conocimiento.
Antes que Hierro hablaron Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta honoraria del Consejo de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México.
Asimismo, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura del gobierno federal, y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers. Ambas instituciones, organizadoras del homenaje nacional.
No asistió, como se acostumbraba en este tipo de actos, sobre todo tratándose de reconocidos personajes de la cultura de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su esposa, Gutiérrez Müller dijo entonces de manera breve y directa:
“Vengo de parte del presidente de México para darle a Chonita un abrazo y a su familia, sus hijos, nietos, alumnos, amigos, autoridades. Muchas gracias a don Miguel. Así como está, yo lo vi la última vez. Descanse en paz”.
Frausto dijo que el historiador nacido el 22 de febrero de 1926 y fallecido este martes 1 de octubre, a los 93 años, “nos enseñó que aquellos lugares, los más marginales de nuestro país, son los de mayor riqueza cultural que poseemos”.
Y lo describió como un hombre de instituciones por haber sido parte de la UNAM, El Colegio Nacional, las academias Mexicanas de la Historia y de la Lengua, y haber hecho sus casas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y al propio Bellas Artes, así como a los miles o millones de hogares donde se han leído sus libros.
Un toltécatl
Para el rector Graue, “México ha perdido a uno de sus grandes hombres y la Universidad Nacional a uno de sus más ilustres miembros”.
Dijo que se ha ido un toltécatl, descrito por León-Portilla como ‘un verdadero artista’, pues “se preparó con su intelecto para obrar con el corazón, disfrutando la vida y el conocimiento, brindando enseñanzas sabias y buenas. Se fue físicamente, pero nos deja su permanente sonrisa, su inmensa empatía por la humanidad, su libertad de pensamiento y su indomable espíritu de indagación”.
Compañeros, colegas y amigos asistieron al Palacio de Bellas Artes a acompañar a la familia León-Portilla Hernández, entre ellos los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján; los escritores Felipe Garrido, Jaime Labastida, Adolfo Castañón, Gonzalo Celorio, Eduardo Lizalde; los historiadores Javier Garciadiego y Rodrigo Martínez Baracs; el embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Juan José Bremer; los científicos Alejandro Frank Hoeflich y Antonio Lazcano; y la pintora Rina Lazo.
El homenaje inició a las diez de la mañana con la proyección de imágenes y fragmentos de entrevistas del intelectual. Durante la ceremonia intervinieron los Solistas Ensamble de Bellas Artes, que interpretaron piezas como Silverio, de Agustín Lara, y Dios nunca muere, de Macedonio Alcalá.
Antes se escucharon poemas en lenguas indígenas en las voces de Juventino Gutiérrez (mixe), Nadia López García (mixteco), Alejandra Cruz (totonaco) y Víctor Cata (zapoteco). Y posteriormente de Natalio Hernández (náhuatl), Natalia Toledo (zapoteco), Celerina Patricia Sánchez (mixteco), Juan Gregorio Regino (mazateco) y Briceida Cuevas Cob (maya).
En entrevista con los medios, Gerardo Hierro informó que la familia no tiene previsto donar el acervo o biblioteca del historiador, pues como su esposa Chonita es historiadora, los comparten.
Confirmó que León-Portilla trabajaba antes de caer enfermó en algunos manuscritos. Hay que recordar que El Colegio Nacional informó en un comunicado que están por publicarse La historia y los historiadores del México antiguo, La música en la literatura náhuatl y Teatro náhuatl. Prehispánico, colonial y moderno.
Antes del acto oficial, la directora general de Bellas Artes, Lucina Jiménez dijo:
“El pensamiento del doctor Miguel León-Portilla es fundacional para la comprensión contemporánea de nuestro país y nos queda no sólo leerlo, nos queda hacer lo que hizo: fortalecer su comprensión de la lengua. Los derechos lingüísticos no sólo son de los quienes los ejercen en su tradición sino también, para quienes no procedemos de un lugar donde se habla esa lengua es nuestro derecho escucharla, aprenderla, y disfrutar de una vida cultural plurilingüe. Porque esa es nuestra condición y es tal vez lo que nos hace entendernos como mexicanos.”
La familia de Miguel León-Portilla informó que el sepelio se realizará este viernes a las 12:30 horas en el Panteón Francés de Río San Joaquín.
(Con información de Proceso)