Johnson y la rebelión contra un Brexit sin acuerdo

Los legisladores vuelven al trabajo tras las vacaciones, en una jornada que podría ser crucial para el convulso proceso del Brexit

El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta este martes un desafío de la oposición y de los rebeldes de su propio Partido Conservador contra un Brexit sin acuerdo, que podría desembocar en unas inminentes legislativas anticipadas que dijo no desear.

Los legisladores vuelven al trabajo tras las vacaciones estivales, en una jornada que podría ser crucial para el convulso proceso del Brexit: entre 10 y 20 rebeldes conservadores podrían votar con la oposición para impedir una salida brutal de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre.

La semana pasada, Johnson provocó una ola de indignación al anunciar que suspendería las labores parlamentarias desde mediados de septiembre hasta el 14 de octubre, lo que los rebeldes denunciaron como un intento de atarlos las manos.

Para contrarrestarlo, quieren presentar y aprobar de urgencia una ley que obligue al ejecutivo a pedir un nuevo aplazamiento de tres meses de la fecha de salida.

Pero, para ello primero deberán arrebatar el control de la agenda parlamentaria al gobierno, que tenía previstas varias intervenciones en una apertura tardía: Johnson debía hablar a las 14H30 GMT, seguido de otros dos ministros.

No será hasta las 17H30 GMT cuando el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, decida si permite un debate urgente que podría desembocar en una votación unas tres o cuatro horas más tarde.

Si la ya denominada «alianza rebelde» obtiene el control, espera presentar su proposición de ley el miércoles.

«No surgieron nuevas propuestas»

Pero Johnson, quien reiteró su determinación a no pedir un nuevo aplazamiento del Brexit -inicialmente previsto para el pasado marzo- no está dispuesto a permitirlo.

Pese a afirmar que no quiere convocar comicios, amenazó con legislativas anticipadas el 14 de octubre si los rebeldes votan contra el gobierno, algo que varios diputados denunciaron como una «hipocresía» dado que él mismo y varios de sus ministros votaron varias veces contra el ejecutivo de su predecesora, Theresa May.

«Si los diputados deciden destruir su posición negociadora, si tuviesen lugar esos comicios, sería antes del Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre», explicó este martes su portavoz.

Johnson dice confiar en que la UE acceda entonces a modificar el Tratado de Retirada firmado por May y rechazado tres veces por el parlamento. Pero, para lograrlo, mantiene la amenaza de un Brexit sin acuerdo.

La UE se ha declarado abierta al diálogo pero no parece más proclive a modificar un acuerdo calificado como «el mejor posible», especialmente su punto más conflictivo: cómo evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda que amenazaría el frágil proceso de paz.

«Hace semanas, (la canciller alemana) Angela Merkel y (el presidente francés) Emmanuel Macron dijeron a Johnson que considerarían sus nuevas propuestas sobre la salvaguarda irlandesa (backstop) y cualquier otra cuestión contenciosa, pero como el exministro de Finanzas Philip Hammond dijo hoy, no surgieron nuevas propuestas», denunció la diputada laborista Rachel Reeves.

La libra se desploma

Para convocar elecciones anticipadas, Johnson necesita no obstante la aprobación de dos tercios del parlamento.

Y aunque numerosos opositores habían reclamado comicios legislativos, muchos ven ahora una treta de un primer ministro que no parece tener límites: su poder ejecutivo permitiría a Johnson modificar posteriormente la fecha de la votación para después del 31 de octubre y llevar a cabo mientras tanto un Brexit sin acuerdo.

«Eso simplemente no va a ocurrir», aseguró su portavoz.

Si los rebeldes tienen éxito, Johnson planea presentar inmediatamente una moción pidiendo comicios anticipados, que debería ser votada el miércoles.

La víspera, había llamado en una intervención televisiva a los diputados conservadores a no votar con el líder opositor «Jeremy Corbyn a favor de otro aplazamiento sin sentido», asegurando que eso debilitaría su posición negociadora ante Bruselas.

Frente a la inestabilidad política, la libra esterlina cayó este martes a su nivel más bajo desde hace tres años. La divisa británica ha perdido casi el 20% de su valor desde el referéndum sobre el Brexit de junio de 2016 -en que el 52% votó por salir de la UE-, 2,4% solamente en la última semana.

Pero no sólo en el parlamento, la batalla se libraba este martes en los tribunales: una corte en Edimburgo y otra en Belfast comenzaron a estudiar sendas demandas contra la suspensión parlamentaria. Una tercera será analizada el jueves en Londres.

Varias manifestaciones estaban convocadas frente al Parlamento de Westminster, la principal de ellas a última hora de la tarde.

(Con información de AFP)

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