Inauguran poderosa planta innovadora de tratamiento de agua
La innovadora planta de tratamiento de aguas Atzintli, del Instituto de Ingeniería, entró en operaciones ofreciendo no sólo la obtención de biomasa con un alto valor comercial, sino también que es la única en su tipo en captar bióxido de carbono (CO2) en el mundo.
Ubicada a un lado de la planta de tratamiento de aguas residuales instalada hace tiempo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), fue creada en colaboración con la Universidad de Newcastle, y con el apoyo económico del Newton Fund, el British Council y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, detalló Luis Álvarez Icaza Longoria, director del Instituto de Ingeniería.
“La entidad universitaria está desde hace muchos años comprometida con la sostenibilidad, en particular con el tratamiento de agua, por lo que somos la institución piloto en la Universidad tanto en el tratamiento como en el uso del recurso”, puntualizó.
El agua pasa a un sistema con ozono que permite separar el agua de las microalgas, las cuales se convierten en biomasa que puede ser aprovechada en la producción de bioplásticos y biocombustibles. Foto: Víctor Hugo Sánchez.
Oportunidad de colaborar
Kevin Mackenzie, director del British Council, remarcó que esta iniciativa es de gran interés para Gran Bretaña pues responde a las necesidades de los socios, ofrece la oportunidad de colaborar internacionalmente, y permite intercambiar conocimiento y experiencias.
En todo el planeta, uno de los temas de mayor atracción es el agua, su saneamiento y conservación, con tecnologías asequibles, además de su uso eficiente en la agricultura, industria y hogar, por lo que el británico felicitó a los participantes en el diseño y puesta en operación del equipo en la FCPyS.
“El éxito de este proyecto es que tiene muchas ventajas, utiliza el afluente de la planta y es algo que puede ser comercializado. Es un ejemplo de innovación muy interesante para un futuro mejor, ambientalmente hablando”, subrayó.
A la inauguración asistió también Krizia Delgado, directora del Newton Fund. Asimismo, se proyectó un video en el que Valentine Eze, Sharon Velasquez Orta, Laura Walls y Edward Elcock, quienes son colaboradores en el diseño de la planta en la Universidad de Newcastle, destacaron los beneficios de la instalación construida en nuestro país.
Parte del diseño de Atzintli, nombre de origen náhuatl que quiere decir agua, fue realizado por los especialistas de Newcastle, mientras que la Universidad Nacional completó el diseño y construyó cada uno de los equipos para que el agua use microalgas originarias del Lago de Texcoco y un sistema de ozonificación que garantizan mayor eliminación de agentes patógenos que puedan sobrevivir en el procesamiento habitual que se da a las aguas residuales.
Ignacio Monje Ramírez, experto del Instituto de Ingeniería, mencionó que ésta es la única planta del mundo en su tipo capaz de capturar bióxido de carbono, que es un producto usualmente emitido en las de tratamiento de aguas residuales.
“Se quiere que sean más sustentables y, en este caso, nuestras microalgas capturan el CO2 como fuente de carbono, lo que nos permite serlo”, detalló.
Reto
María Teresa Orta Ledesma, responsable del proyecto, precisó que el gran reto es el lanzamiento de una nueva tecnología en el ámbito mundial para la mejora del medio ambiente que, de ser implementada en otros sitios, ayudará a tener agua disponible para su uso en un nivel terciario.
“Quiere decir que podemos tener contacto directo con este líquido. Con él puede tenerse un riego seguro de productos que se consumen crudos, como lechuga, hortalizas y otras. Además, usualmente, en el agua residual estancada proliferan mosquitos que transmiten males como chikungunya o zika y si le doy un tratamiento como el de aquí elimino este problema, previniendo enfermedades”, apuntó la también responsable de Calidad del Agua en el Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM.
Otro beneficio de la planta, agregó, es que además del agua limpia se obtiene como subproducto biomasa que tiene un alto valor comercial, ya sea en la producción de bioplásticos o biocombustibles, lo que implica que este tipo de instalaciones prácticamente se pueden pagar solas.
Orta Ledesma comentó que la Comisión Nacional del Agua ya manifestó interés por esta iniciativa, por lo que esperan que con la inauguración de Atzintli puedan visualizarse mejor sus beneficios y llevarse afuera de la Universidad.
(Con información de Gaceta UNAM)