Hay pruebas contra Kiev y Washington reitera Zajárova
La Casa Blanca puede demostrar su inocencia respondiendo “directa y honestamente” tres interrogantes, indica portavoz de cancillería China
Moscú, Rusia. Las evidencias halladas en biolaboratorios militares de Ucrania financiados por Estados Unidos confirmaron esta semana la veracidad de las denuncias del Kremlin sobre el peligro que constituye la militarización de Kiev para Rusia.
Más allá de las justificaciones de Washington, manifestadas la víspera ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo cierto es que las pruebas de las investigaciones existen y fueron divulgadas por Moscú.
No obstante, la administración estadounidense y los principales medios de comunicación de ese país aseguraron que se trata de una “de las campañas de desinformación más incendiarias de Rusia”, según publicó el diario The New York Times.
La portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, declaró que la Casa Blanca puede demostrar su inocencia respondiendo “directa y honestamente” tres interrogantes:
“¿Qué estaba tratando de ocultar la embajada de Estados Unidos en Kiev al eliminar apresuradamente documentos de su sitio web? ¿Por qué ha frenado Estados Unidos en solitario y durante 20 años la conclusión de un protocolo de verificación de la Convención sobre armas biológicas?”, escribió en Twitter.
En la tercera, preguntó qué detiene a Washington para abrir una inspección independiente internacional en sus laboratorios biológicos en el extranjero, así como el de Fort Detrick, Maryland, centro acusado de desarrollar armas químicas.
Esta semana, el Ministerio de Defensa ruso declaró que cuenta con pruebas sobre la existencia de una red de más de 30 laboratorios biológicos al servicio de la Agencia de Reducción de Amenazas del Departamento de Defensa estadounidense.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, dijo que Estados Unidos tiene que darle explicaciones al mundo sobre sus laboratorios biológicos en Ucrania, cuya existencia fue admitida por la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, subrayó.
“Se confirmaron nuestras preocupaciones que hemos expresado repetidamente desde hace tiempo, y no durante un año, respecto al desarrollo por Estados Unidos en territorio de Ucrania de materiales biológicos de uso militar”, afirmó Zajárova.
El jefe de las Fuerzas de Defensa de Radiación, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas, Ígor Kirílov, informó que el 24 de febrero, con el inicio de la operación militar rusa, estos centros recibieron una orden del Ministerio de Salud de Ucrania para destruir completamente los bioagentes en los laboratorios.
Señaló que lo necesario para continuar con el programa biológico militar fue retirado del territorio ucraniano antes de la eliminación de las pruebas.
Amplió que entre las prioridades de estos laboratorios estaba el monitoreo de la situación biológica en las presumibles áreas de despliegue de contingentes militares de los Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Otra era la recolección y exportación a Estados Unidos de cepas de microorganismos peligrosos, mientras la tercera dirección de trabajo fue el estudio de posibles agentes, específicos de la región, que pueden ser convertidos en armas biológicas.
El jefe militar ruso detalló que según el análisis de las muestras destruidas, los biolaboratorios en la ciudad ucraniana de Lvov trabajaron con patógenos de la peste, el ántrax y la brucelosis, mientras los centros en Járkov y Poltava investigaban sobre difteria, salmonelosis y disentería.
Amplió que el objetivo del proyecto UP-4, implementado en laboratorios de Kiev, Járkov y Odesa hasta el 2020, era investigar la posibilidad de transmisión de infecciones particularmente peligrosas a través de aves migratorias.
Explicó que fueron estudiadas 145 especies de aves, de las cuales al menos dos vuelan principalmente a través del territorio de Rusia.
En opinión de Kirílov, de todos los medios para desestabilizar la situación epidemiológica que fueron desarrollados, este es “el más imprudente e irresponsable, ya que no permite controlar el desarrollo posterior de la situación”.
Señaló que la premura en la destrucción de las pruebas evidenció que el Pentágono y Kiev estaban claros que si estas colecciones fueras reveladas, se confirmaría que ambos países han estado violando la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas y Toxínicas.
(Con información de Prensa Latina)