¡Bien Rayados!

El equipo regiomontano puso en su lugar al América, en el segundo sitio, con marcador global de siete goles a cinco tras la tanda de penales

Monterrey lo cumplió. Después de dar el juego de su vida ante Liverpool en el Mundial de Clubes regresó de la tierra de nadie y, en serie de penales, venció al América por marcador global de 7-5, después de mantener el empate 3-3 hasta el tiempo extra.

El lugar más horrible de la Tierra estuvo en el manchón de los penales en el estadio Azteca. Un partido que fue un sube y baja de emociones, desde la remontada del América, tras el 2-1 en Monterrey, hasta el empate enjundioso de Rayados; el tiempo extra y definir todo desde el capricho de los penaltis. Esa suerte que se juega más con los nervios que con los pies.

Y en el duelo de pulsos se decidió el título. Monterrey tuvo la sangre más fría y anotó Vincent Janssen con frialdad, Rogelio Funes Mori con maña y por abajo, Nicolás Sánchez con tranquilidad, y Leonel Vangioni metió el del título, sólo falló John Stefan Medina.

América dejó ir el campeonato ante unos rivales que llegaron a estar anulados. En los penales sólo anotaron Emanuel Aguilera y Giovani dos Santos; fallaron Nicolás Castillo que la estrelló en los pies de Marcelo Barovero y Guido Rodríguez, quien mandó la pelota a las tribunas.

Antonio Turco Mohamed, técnico de Rayados, se refugió en su banca donde estalló en llanto al conseguir su tercer título de liga tras los logrados con Xolos y América. Después, corrió a festejar frente a su afición, que eufórica celebrara el fin de una sequía de nueve años.

Esta noche se jugaron varias finales. Una, la previa, donde los aficionados estaba exultantes, confiados en la tradición de remontadas que ha conseguido el América. Otra, la que parecía con el trofeo en la mano para los azulcremas. Otra, la que se vivió cuando Monterrey recordó que le había plantado la cara al Liverpool y sus estrellas y que por fin logró empatar de nuevo el marcador a 3-3 global. Y la del campeonato que disputaron desde la rueda de la fortuna.

Un minuto de juego y ya había una descarga eléctrica con un gol anulado al América por una presunta mano. Sólo un entremés de adrenalina, porque al minuto 6, Federico Viñas puso el 1-0 con una media vuelta, un recorte a la marca y un disparo prodigioso que fue el primer tanto de América. El duelo ya estaba empatado (2-2 global).

Las Águilas cobraban ventaja, Renato Ibarra envió un centro retrasado, que Roger Martínez envió al fondo de la portería. Aquello se convirtió en un manicomio, pero el árbitro alcanzó a ver una mano de Richard Sánchez; fue al VAR para determinar si era válido. Al volver, apagó los ánimos anulando el gol.

Pero fue el propio Richard Sánchez quien se encargó de recuperar esa emoción, cuando al final de la primera parte recibió la pelota en la media luna y con toda la anuencia de la defensa rayada, se acomodó y la mandó con soberbia colocación al fondo de la portería para, ahora sí, tener al América con ventaja de 2-0 en el duelo (3-1).

Un error imperdonable de Jorge Sánchez en el despeje abrió la puerta para que Dorlan Pabón recuperara el balón y cediera a Funes Mori, quien empujó la pelota al minuto 76. Era el empate global a 3-3 y así se agotaron los 90 minutos que dieron paso a los tiempos extras.

Los jugadores de ambos equipos lucían agotados, fallaban pases sencillos y llegaban tarde a las pelotas. Difícilmente el campeón surgiría en esta carrera de resistencia, era previsible que todo se definiría en el precipicio de los penales.

Y ahí, Monterrey sumó el quinto título en su historia, para compartir la gloria con el equipo femenil que también se coronó en esta temporada, mientras el América sucumbió ante la maldición del sexto lugar.

Al término, Mohamed apenas podía hablar tras la victoria. «Competir para ganar es lo máximo, estamos felices porque esto es para la gente de Monterrey, fui competitivo 100 por ciento y es el tercer título que consigo». Más sereno, Funes Mori relataba lo sucedido. «Nunca sentimos que estuviéramos perdidos, sabíamos que no habíamos hecho nada de lo que hicimos en el primer partido y hacía tantos años sin poder conseguir el título, al final aquí lo tenemos. Este es un equipo grande».

(Con información de La Jornada)