Recalca obispo difícil situación de desplazados en Chiapas

Tuxtla Gutiérrez. La situación en que viven en este momento varios miles de indígenas desplazados de sus comunidades en el municipio de Chalchihuitán, es preocupante y dolorosa, reveló el obispo Felipe Arizmendi Esquivel.

El prelado agregó que el pasado sábado estuvo alrededor de cuatro horas en Chalchihuitán, donde se enteró que desplazadas de varias comunidades, sobre todo mujeres con sus niños en brazos y a las autoridades municipales, con una comisión representativa de sus diversos parajes, viven una difícil situación.

Por el conflicto de tierras sigue habiendo miles de desplazados, que viven en las montañas, expuestos a todas las inclemencias del tiempo y a pasar hambre y enfermedades, denunció el purpurado.

Arizmendi indicó que desde la comunidad de Las Limas (Chenalhó) hasta la cabecera municipal observó muchas casas abandonadas en su totalidad, porque sus dueños no se atreven a regresar por sus pertenencias, porque dicen que todavía se siguen escuchando disparos de armas de alto poder, por grupos armados que dicen son promovidos por autoridades de Chenalhó.

Es imposible que ahora puedan recuperar sus casas y sus tierras, después del fallo del Tribunal Unitario Agrario (TUA) -dado a conocer el 13 de este mes- que dictamina regresar esas tierras a Chenalhó, acusó.

Señaló que hombres y mujeres describen sus sufrimientos y carencias. Ya han fallecido niños y otras personas, -alrededor de nueve personas-, por falta de alimentos y de atención sanitaria adecuada.

Además de agradecer la ayuda humanitaria que les proporcionan, solicitan sobre todo maíz y frijol, sal, azúcar y petates donde dormir, pues muchos siguen durmiendo en el suelo. Una mujer me decía que sentían miedo por las culebras que hay en esos lugares despoblados, por lo que dijo el religiosos, seguimos pidiendo que los sigamos apoyando a través de la ayuda humanitaria para ellos, en particular por medio de las parroquias y de Caritas diocesana”.

El otro problema sumamente delicado agregó Arizmendi Esquivel, es el que se refiere al fallo del TUA. Explicó, hace 43 años, la entonces llamada Secretaría de la Reforma Agraria entregó a Chalchihuitán 363 hectáreas, con documentos oficiales, con una resolución presidencial.

Son tierras que están en los límites con Chenalhó, las ocuparon legalmente, no fueron ni son invasores, sino legítimos propietarios, porque además, aseguró, conservan sus documentos oficiales.

Sin embargo, lamentó, Chenalhó no aceptó la resolución de hace 43 años, porque dice que no tomó en cuenta los límites del río, que consideran ancestrales, y por tanto anteriores a lo prescrito por la Reforma Agraria.

De tal suerte señala el prelado los pobladores de Chalchihuitán aducen que conforme a mojones y límites mucho más antiguos, a ellos les pertenecían no sólo esas 363 hectáreas, sino muchas más del mismo municipio actual de Chenalhó, como Campo Los Toros y otros, pero no quieren aducir razones ancestrales, porque es muy difícil demostrar su veracidad, lo que ellos aducen son sus documentos oficiales como legítimos dueños de esas hectáreas.

Los habitantes de Chalchuitán dicen que ellos no recurrirán a las armas, ni a otras medidas de lucha o de venganza, sino que acudirán a las instancias superiores al TUA, como es el Tribunal Colegiado y si es necesario, a la Suprema Corte de Justicia.

Asimismo rechazan la fuerza de las armas, porque dicen confiar en que se respeten sus derechos protegidos por documentos oficiales; se dicen que son hermanos con los de Chenalhó, de la misma etnia tzotzil, algunos incluso parientes, y que no van a armarse ni a acudir a la violencia.

Dicen que no confían en las armas como recurso para defender sus tierras, porque su fuerza son sus documentos oficiales, que protegen sus derechos, concluyó.

(Con información de Diario Contra Poder en Chiapas)

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