La lucha en San Juan Chamula

El enfrentamiento entre al menos dos grupos, que dejó varios muertos y heridos en San Juan Chamula fue presentado en la mayoría de los medios como un conflicto postelectoral, donde las autoridades electas habrían sido agredidas luego de no cumplir con la entrega de recursos de los programas de gobierno.

El análisis de la información disponible demuestra varias cosas: la tragedia pudo haber sido evitada; que hay una vertiente política, una indigenista y otra referente a la delincuencia organizada.

 

La cuestión política

Existe un presunto acuerdo entre el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello para que el segundo pueda hacer y deshacer a su antojo en Chiapas.

El mandatario estatal chiapaneco no procedió en su contra, pese a contar con elementos para iniciar un proceso judicial contra el expresidente municipal de San Juan Chamula, Sebastián Collazo Díaz, por el contrario, acomodó al alfil de éste, Dagoberto Hernández Gómez, como secretario de Desarrollo Sustentable de los Pueblos Indígenas.

Los dos anteriores son de un grupo opuesto al del ahora extinto presidente municipal de San Juan Chamula, Domingo López González. De ahí que Hernández Gómez nunca atendió las demandas de los indígenas a través del gobierno local.

Luego vino la manifestación y el enfrentamiento entre ambos grupos con el pretexto del incumplimiento del alcalde en cuanto a los programas sociales de gobierno.

 

¿Pleito entre indígenas?

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) aseguró que “ahí están metidos los partidos políticos y las religiones o el narcotráfico. Usan a los indígenas para hacer de todo, totalmente a todo lo que les viene en gana a los de arriba”.

Aunque el EZLN reconoce que las comunidades originarias no son perfectas, considera que deberían ser los propios indígenas quienes resuelvan sus problemas. Sin embargo, toma partido a favor uno de los grupos (el de los manifestantes: PRI) y en contra del otro (PVEM).

Reclama la manipulación hecha a los indígenas por parte de los partidos políticos, las religiones y la imposición de la delincuencia organizada, que opera en la zona la migración ilegal y la trata de personas.

 

La delincuencia organizada

A  Sebastián  Collazo Díaz, los pobladores de Chamula lo señalan como cabeza importante del grupo de “polleros”, actividad en la que suele presentarse la trata, y a pesar de las denuncias al respecto, contó con protección y se le dejó concluir su encargo.

Entonces, la presencia de armamento y grupos armados ya no sorprende es parte de la nueva realidad de los pueblos indígenas mexicanos.

Para los zapatistas, como para decenas de millones de connacionales, los medios de comunicación distorsionan la realidad al presentar como víctimas sólo a los integrantes del gobierno municipal que fallecieron y no a los manifestantes. Todo a cambio de dinero.

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