EPN se quiso lucir en Chiapas y acabó en represión
Chiapa de Corzo. Habitantes de Chiapa de Corzo, Chiapas, se manifestaron desde la mañana de este lunes contra la visita del presidente Enrique Peña Nieto en esta ciudad.
Los policías utilizaron todo tipo de instrumentos para el control de multitudes, persiguieron a algunas personas y los replegaron fuera de ese lugar. Las protestas y enfrentamientos entre la policía y pobladores de esta ciudad colonial son el resultado de la desatención de las comunidades locales.
Unos 500 hombres y mujeres se movilizaron con pancartas y consignas en las principales calles del centro del este pueblo mágico para manifestar su rechazo a la visita del mandatario federal, quien llegó a la Unidad Deportiva en compañía del gobernador Manuel Velasco Coello.
Desde antes de la llegada de Peña Nieto, la policía agredió con gases lacrimógenos a los manifestantes con quienes sostuvieron varios choques con palos y piedras. En tanto, la iglesia repicaba la campana para llamar a más pobladores.
Más vale que digan…
Los inconformes con la visita del presidente de México se congregaron en el recién rehabilitado ex convento de Santo Domingo, un edificio arquitectónico del Siglo XVI que sirve de museo, sala para talleres artesanales, sala de exposiciones y conciertos.
Uno de los argumentos que movilizó a los chiapacorceños es la entrega de éste y otros monumentos históricos “a la Banamex”. Por su parte, City-Banamex aseguró que no tiene nada que ver con esas versiones y se deslindó de la supuesta entrega-recepción de estos monumentos históricos recientemente remodelados.
Aunque se anunció que después de su encuentro con los pueblos indígenas en Chiapa de Corzo, Peña Nieto recorrería las calles de esa ciudad colonial y supervisaría la rehabilitación de algunos monumentos históricos, al final el presidente sólo llegó, saludó a todos de mano en su camino y abandonó el lugar a bordo de un helicóptero.
Mientras algunas mujeres echaban porras, junto a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el choque entre la Policía y los manifestantes no paraba.
Algunos denunciaron el intento del ingreso de los uniformados al templo donde muchos pobladores se refugiaron tras la refriega.
(Con información de La Jornada y Proceso)