Entran Sedena, GN y policía estatal a controlar Pantelhó
Ya desde el lunes se restableció el servicio de energía eléctrica y cuentan parcialmente con el servicio de telefonía celular
Pantelhó, Chiapas. Las casas de Pantelhó continúan cerradas y no se observa más movimiento que el de decenas de integrantes del Ejército Mexicano, policías estatales y agentes de la Guardia Nacional (GN) fuertemente armados que tienen el control de la localidad.
A seis días de la irrupción del grupo Autodefensas del Pueblo El Machete en la cabecera de este municipio, la presencia de los uniformados permitió conocer que el 7 de julio estallaron dos artefactos explosivos que dañaron tres casas y destruyeron un vehículo, aparentemente sin dejar víctimas.
Aunque el lunes se restableció el servicio de energía eléctrica, la población sigue parcialmente incomunicada, pues sólo a algunos teléfonos móviles reciben señal.
La Fiscalía General del Estado informó que, por conducto de la Fiscalía de Justicia Indígena, en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el Ejército y la GN, cateó el rancho La Laguna y tres inmuebles más en Pantelhó, donde el 7 de julio sujetos armados hirieron de bala a nueve militares y policías estatales.
Señaló que en el motel Las Rocas decomisaron un mototaxi, dos radios de comunicación y un cargador de 17 cartuchos calibre nueve milímetros, además de cinco cartuchos calibre .223 y uno calibre .
También se incautaron de “un cargador desabastecido para fusil AR-15 con capacidad para 30 cartuchos, seis radios de comunicación, un monitor de cámara de circuito, una bolsa al parecer con mariguana, un par de botas tipo militar, placas balísticas y chalecos tácticos”.
Agregó que en otros inmuebles se hallaron 50 cartuchos calibre nueve milímetros, dos cargadores desabastecidos para calibre nueve milímetros, un teléfono celular, una camioneta Jeep modelo Sahara, blindada, con varios impactos de arma de fuego y en su interior una escopeta para cartuchos de gas.
En un instante perdió el trabajo de 30 años
Aprovechando la presencia de los militares y policías, Alejandro Aguilar regresó este martes a su casa y la encontró dañada por un artefacto que detonó justo enfrente la tarde del 7 de julio. “Cuando explotó, yo ya no estaba aquí, ya habíamos salido, pero ahora que vine a ver me doy cuenta de que se afectó mucho mi casa.
“Ese miércoles empezaron a tirar balazos como a las cuatro de la madrugada. Se oía bien cerca. A las siete y media de la mañana salimos y vi que ya estaba la bomba puesta fuera. Había una batería, unos cables y una como bolsa”, comentó en entrevista.
“Volaron las láminas, las paredes están cuarteadas, las puertas y ventanas dobladas; en mi baño se quebró todo; como a las cuatro o cinco de la tarde explotó la bomba. Hoy vine a ver y a sacar unas cositas porque no tenemos qué comer. Llevo 30 años trabajando de albañil. Esto es lo que he podido hacer y en un ratito me lo acabaron.”
Manifestó que cuando salió con su familia de la vivienda ubicada en el barrio El Encanto, a la entrada a la cabecera, para buscar refugio con un pariente en el centro, observó que había unos 10 hombres armados y encapuchados.
Frente a su casa fueron dañadas dos viviendas desocupadas, y a cuatro cuadras de allí, junto a un plantel del Colegio de Bachilleres de Chiapas, un vehículo fue destruido por un artefacto explosivo.
Un hombre que tiene su casa a pocos metros de donde quedaron restos del automóvil inclinados sobre una pared, comentó que la explosión ocurrió de noche y no la vio. “Quizá estaban tomado esos señores; se pararon aquí. No nos dimos cuenta porque estábamos durmiendo; la explosión afectó mi lámina. Sonó el bombazo duro, y ya no salimos”.
En tanto, 160 personas (38 familias) desplazadas de La Esperanza, Chenalhó, están refugiadas en San José Majomut, del mismo municipio. Dejaron sus casas porque colindan con Pantelhó y tienen miedo de sufrir un ataque.
“Pedimos al gobierno que nos mande ayuda porque dejamos todo en nuestras casas. Queremos regresar, pero que haya seguridad, que se haga justicia. Nuestra vida está amenazada. Extrañamos nuestras casas. Aunque sean humildes, había paz y tranquilidad”, dijo Marcela Luna Gutiérrez.
Por otra parte, hombres armados y encapuchados retuvieron este martes en el parque central a la síndica municipal de Huixtán, Beatriz Pérez López; al primer regidor, Anselmo Gómez Sántiz, y al conductor de un vehículo del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, Manuel Gómez Méndez, en protesta por el incumplimiento de obras a 82 días de que termine la presente administración, informaron fuentes gubernamentales.
Dijeron que los sujetos se llevaron, además, tres vehículos del ayuntamiento.
(Con información de La Jornada)