El nepotismo chiapaneco
Cuauhtémoc López Sánchez fue un amigo y colaborador del Dr. Manuel Velasco Suárez y lo unía una fuerte amistad con varios de sus hijos. En un encuentro con uno de ellos, Jesús Agustín Velasco Siles, el tío del actual gobernador de Chiapas con presunción le comentó a Cuauhtémoc López la carrera meteórica que tenía Manuel Velasco Coello, quien ya había sido diputado local, diputado federal e iniciaba su período como senador.
En esa ocasión Jesús Agustín Velasco manifestaría que estaban conduciendo a Manuel Velasco para la gubernatura, a lo que Cuauhtémoc le contestó; porque mejor no lo ponen a estudiar, ayúdalo a que primero se forme.
La profecía de Manuel Velasco como gobernador se cumplió y paradójicamente su principal problema es la falta de formación, que le dificulta ser un buen gobernante. Él se convirtió en un producto vendible, que nunca pierde, afirmaría recientemente en el relanzamiento del Partido Verde, pero que no sabe gobernar, ni tiene colaboradores que le ayuden, y su tío Jesús Agustín Velasco Siles, quien se autonombra como el hacedor del gobernador, no le puede ayudar, porque está más interesado en hacer sus propios negocios y a incorporar a leales en los cargos públicos.
Entre los funcionarios que ha designado el tío se encuentran, Rutilio Escandón Cadenas, Presidente del Tribunal de Justicia, Juan Óscar Palacios Trinidad, Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Enoc Hernández Cruz, en el ICATECH, Plácido Morales, Coordinador de Gabinete, Carlos Eugenio Ruíz Hernández, Rector de la UNACH y recientemente al borrachín de Adolfo Guerra Pérez, como Rector de la UNICACH.
Los funcionarios designados por Jesús Agustín Velasco tienen dos cosas en común: no cumplían con los requisitos para desempeñar los cargos que tienen y se caracterizan por su mediocridad y poca ayuda para resolver los problemas que Chiapas tiene.
Manuel Velasco en su falta de proyecto, de visión para gobernar y de compromiso para con Chiapas, ha permitido que su tío se sirva con la cuchara grande, quizá porque no conoce el pasado de su familiar ni de las ambiciones que tiene.
Manuel Velasco desconoce que Jesús Agustín Velasco fue corrido de Chiapas por su padre, cuando éste desempeñó el cargo de gobernador. Y no sólo eso, también fue el responsable directo de que el Dr. Manuel Velasco Suárez instruyera el cierre de los burdeles en el Estado. Eso sucedió después de que Jesús Agustín y sus amigos llegaran a provocar a los parroquianos del antro conocido como Quinta Balverde, que se encontraba ubicada en lo que hoy es el Teatro de la Ciudad. La reacción fue una golpiza al hijo del gobernador y a sus amigos, que tuvo como consecuencia el cierre de todos los burdeles.
Meses después la actriz Isela Vega, quien fue la primera mexicana en aparecer en la portada de la revista PlayBoy, se presentó con su espectáculo en el Auditorio Municipal. Esa noche, una multitud de jóvenes se arrojó sobre la actriz quien fue desnudada y manoseada y la policía tuvo que intervenir para evitar un posible linchamiento y fueron detenidos varias decenas de jóvenes. Al día siguiente el Dr. Velasco Suárez cita a Isela Vega para pedirle que ratifique la denuncia para poner un castigo ejemplar. La actriz inusitadamente contestó que el único responsable de ese suceso era el propio gobernador del Estado, pues sólo a él se le podía ocurrir mandar a cerrar todos los burdeles y los jóvenes necesitaban de esos lugares para desfogarse.
La desilusión del gobernador con su hijo fue cuando quiso replicar el proyecto del PRODESCH, (Programa de desarrollo socioeconómico de los Altos de Chiapas) en la región de la Sierra Madre. Allí Jesús Agustín buscó realizar negocios que le desagradaron al Dr. Velasco Suárez, quien le instruyó que abandonara Chiapas y que se llevara con él a Manuel Camacho Solís.
Desafortunadamente para Chiapas la historia se repite como tragedia, con el infortunio de que Manuel Velasco Coello carece del talento y del carácter de su abuelo, el Dr. Manuel Velasco Suárez, y no ha sabido poner un alto a las ambiciones depredadoras de sus familiares.
Sin embargo el problema no es un asunto menor, porque aún no concluye el cuarto año de gobierno y las encuestas señalan un 21 % de aceptación, lo que significa que sólo una quinta parte de la población está contenta con el gobierno de Velasco Coello. Esta situación resulta crítica, en virtud de que este gobierno corre el riesgo de concluir con niveles de popularidad peores a los niveles del gobierno de Juan Sabines y en condiciones similares a las de Javier Duarte en Veracruz, en la que amplios sectores de la población exigen su encarcelamiento. (Texto de José Adriano Anaya)