El gobierno de Manuel Velasco busca despojar a lacandones
Tuxtla Gutiérrez. Con la elección de los presidentes de Bienes Comunales y del Consejo de Vigilancia de la Selva Lacandona, los únicos beneficios fueron el gobernador Manuel Velasco Coello y su empleada Julia Carabias Lillo, quien a través de artificios a la usanza priista seguirán su labor depredadora y privatizadora, explotando los recursos minerales y naturales de la región selvática, arrebatando de manera ilegal las tierras de los indígenas choles, tzeltales y lacandones, a través de la división y el encono entre las comunidades y comuneros.
Indígenas lacandones que exigen la salida de la región de la “ambientalista” Julia Carabias, y que por razones obvias omitimos sus identidades, pues temen por sus vidas, señalan que, tras la llegada de esta depredadora de los recursos naturales de la Selva, ha sembrado la división entre las etnias, la pérdida de sus tierras con el robo de las mismas y haciendo más grave la pobreza de los comuneros.
Sin embargo, con la elección amañada por las autoridades del gobierno federal, estatal y municipal, el triunfo de la planilla única integrada por el presidente del Comisariado ejidal Enrique Chankin Nabor, Secretario Pablo Santiz López, Tesorero Nicolás Arcos Peñate los miembros del Consejo de Vigilancia, presidente, Moisés Chankin Nabor, Primer Secretario Antonio Gutiérrez Gómez, Segundo Secretario Miguel Montejo Méndez, a Julia Carabias le garantizan dar continuidad al contrato de arredramiento de las estaciones Chajul y Zendales en dónde supuestamente lleva a cabo labores para el cuidado y protección de la reserva ecológica Montes Azules, sin embargo, todo eso es ficticio.
Tala clandestina y tráfico de madera
Con tristeza denuncian los lacandones que a diario ven salir por la carretera de Ocosingo a Palenque y de ahí hacia la autopista a Tabasco tráileres cargados de grandes rollos de madera.
“Y nos preguntamos quien autoriza que se esté de prensando la zona boscosa de la Selva, la Semarnat o Profepa”, porque nadie les dice nada, incluso llevan vigilancia militar.
Pero también vemos lo injusto de las autoridades estatales, cuando actúan de manera arbitraria contra aquellos campesinos que en una camioneta llevan algunas tablas de madera, se los llevan a la cárcel, acusándolos de ecocidas.
El domingo el gobernador Manuel Velasco Coello y Julia Carabias prepararon todo para el show a través de la mesa Interinstitucional donde la Procuraduría Agraria cito a las tres instancias de gobierno, así como la Delegación Federal de gobierno, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Registro Agrario Nacional, Secretaría de la tierra del gobierno del estado, presidencia municipal de Ocosingo, evento al que calificaron como un hecho histórico el que Julia Carabias Lillo fue la más beneficiada al alcanzar una unidad “ficticia”, de más de mil 100 lacandones para elegir los Órganos de Representación y Vigilancia de Bienes Comunales de la Selva Lacandona, cuando en realidad en la zona Lacandona solo existen 23 lacandones con representatividad, los demás fueron como siempre “acarreados”, o incondicionales a quien les paga la “Julia”, como le dicen sus detractores.
La Julia estaba más nerviosa que los mismos lacandones, pues para garantizar el triunfo de la elección, el gobierno envió a unos dos mil elementos de seguridad pública, unos con uniformes, otros vestidos de civil.
‘Orejas’ del gobierno
La Julia tiene a 32 lacandones incondicionales, que hacen labor de “orejas”, pues le comunican todo, sea verdad o chisme que ellos mismos inventan para congraciarse con ella, y los únicos en toda la región quienes ganan un poco más de dos mil pesos mensuales.
El resto no ganan arriba de los 900 pesos al año, por labores de cuidado y protección de la región selvática, sin embargo, no se explican en que invierte la Julia los recursos millonarios que año con año le entregan fundaciones extranjeras y que le hacen llegar a través del gobierno estatal, porque hoy los indígenas viven en la más profunda pobreza.
Los lacandones entrevistados demostraron que el estado les está robando sus tierras porque un decreto presidencial de 1971 dotó a 66 hombres 614 mil hectáreas, hoy que se han puesto a buscarlas solo tienen 430 mil hectáreas y poco a poco el gobierno del estado en contubernio con “la Julia”, se las están quitando.
Los lacandones, aseguran que la Julia nada tiene que hacer en la zona, solo los indígenas pues realizar la labor de cuidado, protección y vigilancia de los bosques, que el mismo gobierno hoy lo está acabando, no solo con la zona arbolada, sino los recursos naturales, minerales, petróleo, la explotación de la flora y fauna silvestre, trabaja para unos laboratorios químicos, tienen proyectos turísticos, ella misma ya construyó un hotel en tierra de lacandones.
Acabar con los indígenas
La idea es que poco a poco el gobierno se deshaga de los indígenas para que puedan privatizar la zona, venderla a empresarios mexicanos y extranjeros, de ahí que lancen un SOS a la comunidad internacional, pues los indígenas duelos de la zona, en cualquier momento pueden ser despojados de sus predios, incluso existe el peligro que vuelva a ver una matazón como la ocurrida hace unos años en el poblado Viejo Velasco.
Finalmente, reiteran el llamado para que el gobierno saque las manos de la zona, deje vivir a los indígenas en paz y sobre todo que Julia Carabias sea expulsada porque no está defendiendo los intereses de los indígenas ni de la zona ecológica, sino protegiendo los intereses de político corruptos como del gobernador Manuel Velasco Coello, del presidente Enrique Peña, y de empresarios vividores mexicanos, como el mismo senador Luis Armando Melgar Bravo que le está sirviendo a los intereses de Ricardo Salinas Pliego para apropiarse de tierras que solo pertenecen a los indígenas de Chiapas.
(Con información de Diario Contra Poder en Chiapas)