Truenan universidades por falta de recursos

Adeudos y recortes presupuestales han provocado la movilización de las comunidades escolares de algunas de las más importantes universidades públicas.

La lista la encabezan la Universidad Veracruzana, con un déficit de 2 mil 300 millones de pesos; la de Baja California Sur, con un adeudo de 470 millones, y la Autónoma de Morelos, con 400 millones.

En los tres casos, la falta de fondos públicos ha generado un enfrentamiento político entre Gobernadores y Rectores.

Otro motivo son los recortes a fondos públicos por parte de la Federación, como ocurre en las universidades Autónoma de Zacatecas, con una retención de 136 millones de pesos en participaciones, y la Autónoma de Querétaro, que sufrió un recorte de 22 millones.

En la Universidad Intercultural de Chiapas el ajuste provocó el despido de maestros, quienes reclaman al Congreso del Estado que se le restituyan los 47 millones de pesos con los que operaba la institución, pues para este año el presupuesto fue reducido a 6 millones de pesos.

“El tema económico es una palanca de gobernabilidad para las universidades”, opinó Roberto Rodríguez, académico de la UNAM.

“Cuando hay recursos suficientes, los conflictos son mínimos. Cuando empiezan a escasear, hay condiciones para elevar el conflicto interno”.

Pero hay otros temas que encienden los focos rojos, como las demandas estudiantiles y de los docentes.

Por ejemplo, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, un grupo de estudiantes rechazados ha tomado las instalaciones y obligado a la comunidad a tomar clases extramuros.

El Rector, Medardo Serna, ha salido a las calles para exigir respeto a la autonomía de la universidad.

Ayer, los paristas entregaron cinco facultades, pero continúa tomada la Ciudad Universitaria.

En la Universidad Intercultural de Guerrero, tras casi un mes de conflicto interno, el movimiento estudiantil provocó el cambio de Rector.

En la Pedagógica de Sinaloa un grupo de docentes demanda la renuncia del Rector Aniceto Cárdenas y la reinstalación de cinco profesores que tenían entre 15 y 25 años de servicio.

En la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca el sindicato mantiene tomada la universidad para exigir respuesta a su pliego de demandas, entre ellas aumento salarial y diversas prestaciones.

El tema de fondo, señaló Rodríguez, está ligado al federalismo fiscal que obstaculiza la entrega de recursos a tiempo.

“No hay reglas claras y exigibles para que los recursos lleguen de manera completa y oportuna, aunque los apruebe la Federación, pues en el momento en que entran al Estado se convierten en recursos del Estado que por lo general demora la entrega de los mismos”, expresó.

El especialista señaló que a partir de 1997, cuando el PRI pierde su hegemonía política en el País y finalmente la Presidencia en 2000, los rectores dejan de estar alineados al Gobierno en turno y al partido en el poder.

“Ya no hay un alineamiento entre Gobernador, partido y Rector, lo cual se empieza a expresar en las acciones de los rectores; pero también en disputas política desde las universidades entre Gobernadores y Rectores, es el caso de Veracruz y Morelos”, abundó.

Rodríguez insistió en que los movimientos de jóvenes rechazados y las presiones para la ampliación de matrícula no se pueden enfrentar si no hay recursos para ello. (Con información de Reforma)

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