Pérdida del poder adquisitivo frena crédito al consumo: BBVA

Ciudad de México. La moderación en el desempeño del mercado interno y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares se comenzó a reflejar en la demanda de crédito por parte de familias a la banca comercial, de acuerdo con datos oficiales y la opinión de especialistas.

Al cierre del tercer trimestre del año, todos los segmentos del crédito contratado por las personas para financiar consumo, con excepción de la nómina, mostraron un desempeño menor al de los meses previos. En el periodo de referencia creció a una tasa de 9.9 por ciento, menos de la mitad de la registrada en el mismo periodo de 2016.

En septiembre pasado, el saldo del crédito vigente al consumo registró un crecimiento anual nominal de 9 por ciento, que equivale a 2.5 por ciento en términos reales –ya descontado el efecto de la inflación–, de acuerdo con cifras del Banco de México.

La dinámica del crédito al consumo fue menos de la mitad de la observada en el mismo mes de 2016, cuando el crédito al consumo crecía a un ritmo de 13.2 por ciento, de acuerdo con un análisis de BBVA Research.

Prácticamente todos los segmentos de consumo se desaceleraron, excepto el crédito de nómina, el cual mantuvo la misma tasa de crecimiento que el mes previo, de 4.4 por ciento, explicó.

El saldo de financiamiento con tarjeta de crédito, que representa 37.7 por ciento de la cartera de consumo, redujo su crecimiento en 0.8 puntos porcentuales entre agosto y septiembre, al pasar de 8.8 a 8.0 por ciento en ese periodo.

Asimismo, el saldo de créditos personales, que contribuyen con 21.1 por ciento de la cartera total de consumo, pasó de un crecimiento anual nominal de 12.5 por ciento en agosto a 11.9 en septiembre, es decir, una reducción de 0.6 puntos, con lo que registró la tasa más baja desde octubre 2015, expuso BBVA Research.

Por su parte, el crédito contratado para la compra de bienes de consumo duradero, que representa 13.5 por ciento de la cartera total del sector consumo, también desaceleró su tasa de crecimiento a 21.3 por cinto, menor al 22.3 por ciento de agosto. El resultado obedeció a un menor crecimiento de la contratación de préstamos para la compra de automóviles como de bienes durables.

La desaceleración en los segmentos del crédito al consumo podría estar reflejando el efecto rezagado de la moderación en la demanda interna que se observó al inicio del tercer trimestre. Así lo muestra el índice de consumo privado en el mercado interno, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el cual creció a una tasa anual de 3.6 por ciento en julio y 2.7 por ciento en agosto, por debajo del 4.9 por ciento observado en junio, añadió.

“A su vez, es posible que esta moderación en la demanda interna provenga del deterioro que ha experimentado el poder adquisitivo de los hogares durante el año, debido al incremento en la inflación durante los primeros ocho meses. Dicho incremento en la inflación ha provocado un decrecimiento en el salario real promedio de los trabajadores en este periodo, el cual se mantiene en septiembre, con una caída de 1.3 por ciento”, expuso.

BBVA Research destacó la estabilidad que ha mostrado el crédito de nómina, que ya suma cuatro meses consecutivos con una tasa de crecimiento alrededor de 4.4 por ciento, explicado por la estabilización en el ritmo de crecimiento del empleo formal.

El número de trabajadores permanentes afiliados al Seguro Social creció de enero a septiembre a una tasa anual promedio de 4.4 por ciento. También se observa una relativa estabilidad en las tasas de interés de algunos productos de crédito, incluyendo el de nómina.

De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en agosto de 2017 la tasa de interés implícita de este segmento se ubicó en 24.7 por ciento, igual al promedio observado desde enero de 2016.

(Con información de www.jornada.unam.mx)

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