Gran Bretaña, la inversión en el deporte olímpico reditúa en oro

Cuando Adam Peaty cruzó la meta y rompió su propio récord en los 100metros pecho de natación, no fue suerte, sino el resultado de una inversión del Reino Unido en sus deportistas.

A pesar de que ya a los 14 años se perfilaba como una estrella potencial, al principio Peaty debía juntar fondos en fiestas organizadas por amigos y vecinos para poder pagarse lo viajes a competencias nacionales.

En 2012 ganó una beca de £15 mil (US$19 mil), mientras su entrenador ganó un cupo en un programa de entrenamiento de élite.

Ambas ayudas fueron financiadas por UK Sport, que recibe dos tercios de sus fondos de la Lotería Nacional. Todos los pagos de los atletas vienen directamente de estos fondos.

Dos años después, Peaty derrotó al campeón olímpico en la final de 100 metros pecho de los Juegos de la Mancomunidad Británica en Glasgow. Fue el primero de sus muchos títulos internacionales.

Los atletas de élite con records como este cumplen con los requisitos para una beca anual de hasta £28 mil (US$36 mil), para que puedan así concentrarse en su entrenamiento.

Sin embargo, «no es tanto el monto de dinero, sino la forma en la que se enfoca, se invierte y se audita», advierte dice Borja García, profesor de la Universidad de Loughborough.

 

De dónde viene el recurso

Un juego de azar por una buena causa: la de fomentar deportistas olímpicos capaces de posicionar a un país como segundo en la tabla de medallas.

Eso es lo que hizo Reino Unido cuando decidió lanzar la Lotería Nacional, cuyos fondos inyectaron dinero en el deporte olímpico que entre 2000 y 2016 pasó de 11 medallas de oro a 27.

Además de financiar directamente a los atletas, UK Sport les da dinero a los organismos gubernamentales de ciertos deportes, como natación, para que gasten en infraestructura y en entrenadores.

Según información oficial, el gobierno británico gastaba unos £5 millones (US$6 millones 535 mil) por año en financiamiento de deportes olímpicos antes de los juegos de Atlanta 1996. El salto vino con Sidney 2000, donde se gastó 11 veces ese presupuesto.

Los resultados se vieron inmediatamente: el Team GB ganó 28 medallas y quedó número 10 de la tabla.

Para Londres 2012, el equipo contaba con un gasto de £264 millones (US$345 millones), quedando terceros en la tabla de medallas, con 65.

 

No es solo el dinero

«Quizá la evidencia más sustancial es comparar los resultados del Team GB de hoy con los obtenidos en Atlanta 1996. Estos fueron las últimas Olimpiadas antes de que el fondo de la Lotería Nacional se lanzara. El país ganó una medalla de oro, quedando número 36 en la tabla», dice un vocero de UK Sport.

«Como investigador, asumo que siempre debo decir ‘correlación no implica causalidad'», dice Borja García, profesor de la Universidad de Loughborough.

«Por lo que no todo debe atribuirse al incremento de fondos. Sin embargo, es innegable que este aumento ha producido en general mejores resultados en las Olimpiadas», agrega.

Sin embargo, García hace notar que no sólo es cantidad, sino la forma en la que se gasta el dinero la que ha sido definitoria.

«No es tanto el monto de dinero, sino la forma en la que se enfoca, se invierte y se audita», asegura. «Claramente ha dado resultados a pesar de que haya gente que piense que la forma en que se invierte es ‘brutal'».

Con brutal se refiere a que sólo los deportes que han demostrado ser exitosos y tener potencial de medallas para las siguientes dos Olimpiadas son premiados con los fondos.

Por el contrario, un solo mal resultado puede implicar el corte total de la asignación para ese deporte.

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