Facebook. algoritmo y falsedad

El artículo de Darío Ramírez deja muy claro que Facebook parece estar decidido a obligar a los medios de comunicación y sus plataformas a evolucionar o a aceptar una muerte segura.

El aumento significativo de usuarios de la red social que consumen noticias a través de esa plataforma ha obligado a replantear audiencias, plataformas y accesibilidad a los medios de comunicación.

Los consumidores de noticias están llegando a través de Facebook y eso provoca preguntas serias sobre sustentabilidad y efectividad en las estructuras y estrategias de los medios de comunicación.

Mark Zuckerberg declaró en agosto del 2016: “Facebook no es ni busca ser un medio de comunicación. Es una empresa de tecnología”. La duda radica en cómo definimos un medio de comunicación contemporáneo.

Hoy Facebook controla el consumo de contenido informativo y eso tiene nervioso a los medios de comunicación. Es la red social -de 1.6 mil millones de usuarios- la que, a través de su algoritmo decide qué noticias son las que más se consumen.

Los criterios editoriales de importancia, relevancia o trascendencia pasaron a ser sustituidos por los comandos de solo señalan qué es lo que más se comenta en la red social. Como si el criterio de la mayoría fuera sinónimo de relevancia informativa.

Facebook fue criticado por tener un Consejo Editorial que influía en qué entradas se veían más o cuáles eran removidas o con qué descripción se promovía la entrada. La crítica era fundada. Fue entonces que Facebook cambió el Consejo por un algoritmo intentando sacar toda influencia humana. Sin embargo, el mismo algoritmo viene el criterio de qué subir y sacar. Lo cierto es que los medios dependen de conocer el algoritmo para determinar cómo contarán una historia y cómo la promoverán. Al ser cambiado el algoritmo el impacto en el periodismo aún no es cuantificable.

La distribución de contenidos le da un poder a Facebook que nadie más tiene. No genera contenido, pero distribuye abiertamente a un público cautivo. Y con eso gana más que nadie.  Por esto, los principales medios de comunicación se han acercado a la plataforma social para buscar tener mayor consumo informativo.

Durante las recientes elecciones en Estados Unidos Facebook fue cuestionado seriamente por populares entradas que eran información claramente falsa en contra de la candidata Hillary Clinton. Uno de dichos post falsos era sobre el supuesto apoyo (endorsment) del Papa Francisco a Donald Trump, el cual fue compartido un millón de veces en la red social. O bien, un post del Denver Guardian (periódico que no existe) que supuestamente informaba del asesinato de la persona que había filtrado los correos electrónicos de Clinton. De acuerdo a mediciones de Pew Research Center, si tomamos en cuenta que el 44 por ciento del electorado usó Facebook para obtener noticias durante la campaña electoral, la veracidad de la información se convierte en importante. A Facebook la verdad le es irrelevante. De eso hay amplia evidencia durante el pasado proceso electoral.

Una vez teniendo el control de las noticias, Facebook está explorando todavía más cómo distribuir contenido. Y para ello está decidido a crecer su plataforma de Facebook live. La empresa tecnológica ya tiene más de 140 contratos con medios de comunicación (incluyendo alianzas con televisoras) para promover que los medios generen contenido en formato de video.

Facebook ha otorgado contratos para que medios de comunicación o personas del entretenimiento usen su plataforma de video. De los contratos más cuantiosos están el de Buzzfeed de 3.1 millones de dólares, New York Times 3.0 millones de dólares y CNN 2.5 millones de dólares.

Las noticias comenzarán a generarse más en formato video, según mediciones, los usuarios de Facebook ven más de 100 millones de video diario horas lo que abre un mercado de 9.8 mil millones de dólares.

El periodismo y los medios de comunicación están intentando lidiar con Facebook. La compañía tecnológica ha cambiado las reglas del juego y los medios de comunicación agonizan para acceder a un mercado que va mucho más allá de lo que cada uno de ellos podría especular.

La regulación de contenido con sesgo informativo sin ningún criterio de veracidad e importancia ha revolucionado la manera en que las personas están accediendo a la información. Google news y otros buscadores se han quedado como fuente primaria de información haciendo a un lado la fuente original que son los medios.

Pero hay poco margen –desde el punto de vista de los medios de comunicación- para sortear a los gigantes tecnológicos. Las alianzas entre medios y Facebook dibujan un panorama en el que ambos tendrán que seguir conviviendo. Sin embargo, ante problemas como la veracidad de la información rebasan la capacidad e interés de Facebook para regular contenido. Mark Zuckerberg ha minimizado el problema de las notas falsas y su influencia en la derrota de Clinton afirmando que son una minoría. Sin embargo el punto está no en la cantidad sino en el impacto.

Mientras las personas sigan usando Facebook para dialogar, convivir con familiares y amigos e informarse, los medios de comunicación tendrán que acelerar su transformación para adecuarse a la plataforma digital más popular del mundo. Si no –sencillamente- se ahogarán. (Con información de Sin Embargo)

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