Estado Islámico usa 100 mil civiles como ‘escudos humanos’: ONU

La ONU ha calculado este viernes en más de 100 mil el número de civiles iraquíes retenidos en la zona bajo control del grupo yihadista Estado Islámico en el casco antiguo de Mosul, en el norte de Irak.

«Todavía puede haber más de 100 mil civiles retenidos en el casco antiguo…Estos civiles son usados esencialmente como escudos humanos», ha declarado el alto comisionado de la ONU para los refugiados en Irak, Bruno Geddo, en rueda de prensa en Ginebra.

Las fuerzas iraquíes prosiguen los combates para retomar al EI el casco antiguo de Mosul. Esta ciudad, conquistada por los yihadistas a mediados de 2014, se convirtió en el bastión del EI en Irak.

Geddo explicó que el EI capturó a civiles en el exterior de Mosul y los forzó a trasladarse al casco antiguo.

«Sabemos que el EI se ha llevado» a muchos de los civiles que intentaban huir de los combates, añadió.

Desde el inicio de la ofensiva contra Mosul, en octubre pasado, 862 mil personas han tenido que abandonar sus hogares, pero unas 195 mil retornaron después de que las fuerzas iraquíes reconquistaran la parte este de la ciudad.

En total, 667 mil civiles de Mosul siguen desplazados y viven en familias de acogida o en los 13 campamentos para refugiados erigidos por la ONU.

¿Líder del Estado Islámico muerto?

El ejército ruso anunció este viernes haber bombardeado el 28 de mayo un lugar en Raqa (Siria) donde se celebraba una reunión de líderes del grupo Estado Islámico y está verificando si su jefe, Abu Bakr Al Bagdadi, murió en el ataque.

El bombardeo tenía como objetivo esa reunión de responsables del movimiento yihadista «en la que participaba su jefe Abu Bakr Al Bagdadi», indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.

Se está verificando por «varios canales» si Al Bagdadi fue eliminado, añadió.

Un portavoz de la coalición antiyihadista dirigida por Estados Unidos, Ryan Dillon, dijo que no podía confirmar «por el momento» la muerte del líder del EI.

Según el ministerio ruso, el mando del contingente militar ruso en Siria «recibió, a finales de mayo, informaciones sobre la celebración de una reunión de dirigentes de la organización Estado Islámico en la periferia sur de Raqa».

Tras un vuelo de reconocimiento de un dron, cazabombarderos Sukhoi Su-34 y Su-35 atacaron las posiciones yihadistas el 28 de mayo, entre las 21H35 y las 21H45 GMT. El mando militar ruso había informado de esa operación a Estados Unidos, aseguró el ministerio.

Varios «altos dirigentes» del EI, una «treintena de jefes de guerra y hasta 300 combatientes», murieron en el ataque, según la misma fuente.

Rusia lanzó en septiembre de 2015 una campaña de bombardeos en Siria para respaldar a su aliado, el presidente Bashar al Asad. En diciembre de 2016, las fuerzas gubernamentales y los rebeldes firmaron una tregua, pero ésta no se aplica a los yihadistas del EI.

Enfrentamientos en Raqa

Los combatientes yihadistas afrontan en la ciudad de Raqa, su mayor bastión en Siria, una ofensiva de una alianza kurdo-árabe apoyada por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.

Los enfrentamientos tienen lugar en los frentes norte, oeste y este de la ciudad, pero el avance de esa alianza kurdo-árabe, las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), ha sido frenada en los últimos días por varias contraofensivas del EI.

Raqa, conquistada por el EI en 2014, se ha convertido en el símbolo de las atrocidades del grupo y en una base para la planificación de los atentados cometidos en el extranjero.

El ejército ruso pudo establecer que los líderes del EI en Raqa se habían reunido con el fin de organizar convoyes de salida para los combatientes de Raqa a través del ‘corredor sur'», indicó el ministerio.

Moscú había anunciado bombardeos, los días 25, 29 y 30 de mayo, contra unidades del EI que intentaban huir de Raqa por el sur, rumbo a la ciudad antigua de Palmira, controlada por las fuerzas gubernamentales sirias.

La coalición internacional antiyihadista había prometido durante una reunión en marzo erradicar la «amenaza mundial» del EI y de su líder.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, había predicho entonces la «muerte» inminente de Bagdadi.

Tan poderoso como discreto, Bagdadi convirtió al grupo EI en una organización temida, responsable de numerosos atentados sangrientos en todo el mundo.

Washington ya lo ha dado muerto en varias ocasiones, y él no ha dado señales de vida desde una grabación de audio difundida en noviembre de 2016, poco después del inicio de la ofensiva del ejército de Bagdad contra Mosul, el feudo del EI en Irak.

(Con información de AFP)

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