Agobia crisis económica a millones de familias

Ciudad de México.- El aumento a los combustibles ha incendiado la justicia social en México. Según un estudio de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), el gasto diario en la Ciudad de México para alimentación y movilidad asciende, en promedio, a 445 pesos en una familia de tres a cuatro integrantes; no obstante, aunque todos trabajaran, no podrían cubrirlo.

Kenya Sánchez Zepeda, académica de la ENTS y encargada de la Coordinación de la Investigación en Estudios e Intervención Social con Familias, Revisión y Análisis de Contenido, explicó que con el actual salario mínimo sólo puede solventarse 20 por ciento de la canasta básica.

Más nuevos pobres

Como parte del Día Mundial de la Justicia Social, que se conmemoró el 20 de febrero, la especialista señaló que según el reporte Desigualdad extrema en México: concentración del poder económico y político, de OXFAM, hay 50 millones de mexicanos en condición de pobreza, mientras que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reporta que hay dos millones de nuevos pobres en el primer bienio del actual gobierno federal.

Datos levantados por el equipo de la ENTS en la primera quincena de 2017 arrojaron que el costo de 15 productos que se ofrecen en las centrales de abastos de la Ciudad de México, y en Atizapán, Estado de México, es de 418 en esta última y de 401 pesos en la capitalina.

Los artículos son: medio kilogramo de carne, un kilogramo de pollo, medio kilo de pescado, un kilo de frijol, un cuarto de amaranto, un kilo de manzana, uno de aguacate, una pieza de brócoli, un kilo de jitomate, medio de cebolla, uno de tortilla, una papaya, medio kilo de nopal, un litro de leche y un galón de agua.

En diciembre de 2016, los mismos productos podían ser adquiridos en la central mexiquense por 386 pesos, y en la capitalina por 353.50 pesos. La medición del consumo diario familiar es para cuatro personas y se tomó en cuenta la tabla de la “Buena alimentación”, recomendada por el Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Existe un déficit entre ingresos y egresos en gastos familiares y movilidad. Tan solo en transporte se egresa 80 por ciento del salario, aunado a que con el salario mínimo solamente se puede comprar 20 por ciento de una canasta básica”, remarcó Kenya Sánchez.

Proveedoras

La universitaria apuntó que hay algunos casos emblemáticos que forman parte de su línea de investigación, como la situación en Chiapas. Ahí, la mayoría de los trabajadores sólo percibe un salario mínimo, y una tercera parte “no recibe ingresos”, es decir, no cuenta con un empleo formal por el cual tenga un sueldo fijo. En Guerrero la población está en la misma situación, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

“La pobreza es el efecto más grave de la violación estructural a los derechos sociales. La exclusión social tiene que ver con recursos, oportunidades y capacidades cancelados a la población a causa de la corrupción, la falta de transparencia y la impunidad de actos delictivos de cuello blanco”, concluyó Sánchez Zepeda.

El Día Mundial de la Justicia Social, fue impulsado por la Organización de las Naciones Unidas y celebrado desde 2007, reconoce que el desarrollo y la justicia social son indispensables para la consecución y mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones; éstas no pueden alcanzarse si no se respetan los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el aspecto económico. (Con información de Gaceta UNAM)

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